El Local 142 del sindicato International Longshore & Warehouse Union (ILWU) anunció que el acuerdo, que tendrá una vigencia de cuatro años, supondrá un aumento inmediato del 5% para los empleados y empleadas que no reciben propinas y de un 13% en total durante el plazo de vigencia del acuerdo. El persona que recibe propinas se beneficiará de aumentos más reducidos. Todo el personal estará cubierto por un seguro médico pagado en su totalidad y tendrá derecho a ocho días de vacaciones retribuidas, en lugar de los tres que disfrutan en la actualidad.
Desde que en 2002 los empleados y empleadas de este hotel firmaron una petición para ser representados por un sindicato, la ILWU asegura que vienen padeciendo despidos multitudinarios e intimidaciones. Dicen que el propietario del hotel Pacific Beach intentó aprovechar la contratación de una nueva empresa gestora como excusa para dar marcha atrás en las negociaciones del contrato y obligar al personal a volver a solicitar sus puestos de trabajo. Sin embargo, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, sus siglas en inglés) dictaminó que no había diferencia ninguna en la realidad entre la nueva compañía de gestión y el propio hotel.
Las repetidas violaciones de las leyes laborales federales por parte del hotel llevaron a la NLRB a solicitar en 2011, por segunda vez y con éxito, una acción de cesación al tribunal de primera instancia del distrito de Hawai. El recurso presentado por el hotel contra esta acción fue rechazado en 2012 por el tribunal de apelación estadounidense y el Tribunal Supremo de los Estados Unidos no admitió a trámite el caso.
El vicepresidente internacional de la ILWU, Wesley Furtado, declaró: "Damos las gracias a las numerosas personas y organizaciones de Hawai y del mundo entero que no dudaron en apoyar esta lucha”.
El responsable de aviación civil y servicios turísticos de la ITF, Gabriel Mocho, comentó: “Felicitamos a las trabajadoras y trabajadores por esta victoria que esperamos envíe un mensaje bien claro al resto de los hoteles de la región”.
El hotel depende enormemente de visitantes de Japón, de ahí el incalculable valor que tuvo la visita de solidaridad y los contactos de apoyo de los sindicatos japoneses, además del respaldo al boicot de 2008 por parte de la Confederación Japonesa de Sindicatos. Las oficinas de Tokio de la ITF y de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA) se involucraron desde el comienzo en esta lucha y sus sindicatos afiliados portuarios y de servicios turísticos tuvieron un rol destacado. En noviembre de 2012, la Conferencia de la Sección de Servicios Turísticos de la ITF aprobó una moción de apoyo.
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