Miles de trabajadores y trabajadoras del transporte mueren cada año en el desempeño de sus funciones. Millones más se ven obligados a trabajar en entornos donde imperan la negligencia, el acoso, la coacción y la violencia, y donde no tienen cubiertas ni las necesidades más básicas, como el acceso seguro a instalaciones sanitarias, lo cual los expone a lesiones y enfermedades prevenibles. El incumplimiento de las normas de seguridad en el trabajo sigue poniendo en peligro la vida, la salud y el bienestar de los trabajadores y las trabajadoras del transporte.
Proteger la vida de los trabajadores y las trabajadoras, prevenir los accidentes laborales y exigir un entorno de trabajo seguro han sido siempre prioridades del movimiento sindical, y siempre lo serán. La prioridad máxima de la ITF consiste en proteger la vida y los medios de subsistencia de los trabajadores y las trabajadoras y propiciar su participación en el establecimiento de normas de salud y seguridad ocupacional en el lugar de trabajo.
CUESTIONES CLAVE
PONER EN VALOR LA VIDA, LA SALUD Y EL BIENESTAR
CREAR UNOS LUGARES DE TRABAJO SEGUROS Y DECENTES
PONER FIN A LA VIOLENCIA Y EL ACOSO
Exigimos a las empresas y a los Gobiernos que valoren y apoyen activamente la vida, la salud y el bienestar de todos los trabajadores y las trabajadoras. Esto incluye facilitar el acceso a los servicios de salud laboral a los trabajadores y trabajadoras subcontratados y con modalidades de empleo atípicas y precarias.
Trabajar en un entorno seguro es un derecho humano fundamental. Por ello defendemos en los foros políticos mundiales el establecimiento de normas internacionales que protejan la salud y la seguridad de la fuerza laboral.
Exigimos la protección de los trabajadores y las trabajadoras a través de representantes sindicales elegidos y apoyamos a nuestras afiliadas para que organicen a la fuerza laboral y hagan campaña sobre el tema a escala local y nacional.
Un lugar de trabajo seguro debe estar exento de violencia, acoso y coacción. Hacemos campaña por la ratificación del Convenio 190 de la OIT sobre la violencia y el acoso, así como por la introducción de mecanismos que responsabilicen a los empleadores de la eliminación de la violencia y el acoso en sus lugares de trabajo.
