Los portuarios y portuarias del puerto noruego de Drammen, impidieron con éxito que los trabajadores no registrados descargaran las mercancías de los buques.
La acción, convocada en este puerto por un sindicato miembro de la ITF y de la ETF, se llevó a cabo en dos tiempos: en primer lugar, impidiendo que trabajadores polacos descargaran el buque mercante Carta María, que transportaba mercancías procedentes de Estonia. La embarcación navegaba bajo pabellón de Barbados, una bandera de conveniencia, propiedad de la compañía naviera noruega Carta Shipping Kopervik. Después hicieron lo mismo con la embarcación Klevstrand, que pertenece a la flota de esa misma sociedad
El presidente de la Sección Portuaria de la ETF y presidente de la Sección Portuaria de la Federación Noruega de los Trabajadores del Transporte (NTF), Terje Samuelson, afirmó: “Los estibadores de Drammen se niegan a que trabajadores no registrados ocupen su lugar. Ser un estibador, es mucho más que presentarse en el puerto por la mañana. Es una profesión y las personas que la ejercen merecen ser respetadas como expertos que son en su campo”.
Y continúa: “Los estibadores no permanecerán de brazos cruzados mirando cómo otros les quitan su trabajo. Están dispuestos a luchar para defender su medio de vida. En el caso que nos ocupa, la compañía no adoptó ninguna disposición para modificar la ruta marítima de sus buques, a pesar de saber el acuerdo de descarga de mercancías que existe en Drammen. Esto es simplemente inaceptable y los estibadores han pasado a la acción”.
El convenio colectivo del personal del puerto de Drammen estipula que los navíos que hacen escala en este puerto serán descargados por estibadores registrados, tal y como dispone el Convenio 137 de la Organización Internacional del Trabajo sobre el trabajo en los puertos.
El sindicato local ha intentado a través de distintas reuniones con las compañías navieras, obtener un acuerdo de protección de las labores de carga y descarga, para que estas tareas sean confiadas sólo a los estibadores; pero acabó tomando la decisión de bloquear el puerto cuando vio que estas medidas no fructificaban.
A pesar de las amenazas de sanciones y penas de cárcel proferidas por la compañía contratada para descargar el buque, en el primer caso, después de tres horas de bloqueo, la autoridad portuaria envió a cinco estibadores registrados y sindicalizados para descargar el navío, y así se levantó el bloqueo. En el segundo caso, a la media hora se decidió llamar a los estibadores registrados.
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