En la actualidad, todas las personas que trabajan en aviones matriculados en Noruega deben estar en posesión del equivalente a la tarjeta verde estadounidense, que les da derecho a disfrutar de las condiciones laborales y de unos salarios noruegos. La tercera mayor aerolínea de bajo coste de Europa, LCC Norwegian Air Shuttle ASA, pidió al gobierno que cambiara sus leyes de inmigración para permitir a su compañía operar sus nuevos vuelos Dreamliner con empleados no residentes en la Unión Europea y así poder introducir salarios y condiciones laborales asiáticas. Esto habría implicado una menor supervisión de las condiciones laborales y de los requisitos de descanso del personal por parte del resto de los gobiernos de la UE.
Vegard Einan, vicepresidente de Parat, afirma: “Los pilotos y tripulaciones de cabina de la aerolínea respiran tranquilos ahora que el gobierno noruego respondió de forma positiva a sus preocupaciones”.
“Pero seguimos muy alarmados ante el anuncio de la aerolínea de que seguirá adelante con sus planes de contratar personal con condiciones asiáticas en otro país de Europa, posiblemente en Suecia. Tememos enormemente por las condiciones laborales y la seguridad de la aviación tanto en los Estados Unidos como en la UE, si las aerolíneas son autorizadas a utilizar todos los beneficios del acuerdo de cielos abiertos sin asumir muchas de sus obligaciones. Y sin duda creará una competencia transatlántica desleal para el resto de las aerolíneas”.
“Alertaremos a nuestros compañeros y compañeras de sindicatos escandinavos y estadounidenses —hacia donde despegarán vuelos a partir de abril de 2013— para que vuelvan a presionar a sus respectivos gobiernos para que impidan estos planes en sus rutas”.
La Conferencia de la Sección de Aviación Civil de la ITF aprobó una moción apoyando la campaña de Parat en su reunión de octubre de 2012.
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