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La ITF insta a Turkish Airlines a volver a la mesa de negociaciones

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Hava-İş adoptó una postura flexible y constructiva durante el proceso de negociación, a fin de crear una base sólida para fomentar la resiliencia y el compromiso de los miembros con una serie de políticas dolorosas pero necesarias.

Sin embargo, apenas dos días después, la gerencia de Turkish Airlines aprovechó la situación, rompió sus promesas iniciales y exigió concesiones adicionales draconianas.

Hava-İş reaccionó a esta maniobra oportunista con una declaración en la que subrayaba la importancia para la aplicación efectiva de cualquier medida acordada por las dos partes de un clima de confianza construido a través del diálogo social.

En respuesta a esta declaración, Turkish Airlines puso fin unilateralmente a las conversaciones con el sindicato. Ante el incumplimiento de las promesas y las tácticas de intimidación y miedo, el personal de Turkish Airlines se enfrenta ahora a un futuro más incierto que en ningún otro momento de la historia de la compañía. Se sienten, con razón, enfadados, decepcionados y traicionados.

Especialmente preocupante resulta el modo en que la compañía está gestionando los turnos durante la pandemia. Los turnos se modifican a última hora, lo que contraviene el convenio colectivo firmado con la línea aérea, que contempla el derecho del personal a conocer sus horarios de trabajo con antelación suficiente. Hava-İş insta a la compañía a publicar de inmediato la información sobre los turnos de este mes.

Gabriel Mocho Rodríguez, secretario de Aviación Civil de la ITF, afirma: “La ITF apoya un enfoque centrado en el ser humano para superar la crisis que estamos atravesando en todo el mundo. El respeto de las normas laborales internacionales es fundamental, ya que contribuye a una cultura de diálogo social y de cooperación en los lugares de trabajo. Instamos a Turkish Airlines a que reanude de buena fe las negociaciones con Hava‑İş. No se trata solo de proteger a los trabajadores y trabajadoras y a nuestros sindicatos afiliados. Romper promesas también es malo para el negocio”.

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