Felicito a nuestra afiliada ver.di por haber firmado un convenio colectivo de trabajo con Ryanair, que abarca a todos los tripulantes de cabina de pasajeros con base en Alemania. Este acuerdo allana el camino para la consecución de normas de trabajo justas en uno de los mercados más grandes para esta aerolínea.
En julio del año pasado, ver.di se convirtió en uno de los primeros sindicatos en ser reconocido por Ryanair, lo que desencadenó un largo período de negociaciones. Hubo momentos en los que la intransigencia de la patronal amenazó con desestabilizar el proceso, por lo que tanto los tripulantes de cabina de pasajeros como los pilotos se vieron obligados a llevar adelante medidas de fuerza en Alemania en el mes de septiembre. De todos modos, la firme perseverancia tanto de los trabajadores y trabajadoras como del sindicato condujo, finalmente, a la celebración de un acuerdo que, entre otras reivindicaciones, asegurará un salario básico estable.
Gracias a que el Gobierno alemán corrigió un vacío legal que existía en su legislación nacional en materia laboral en el otoño boreal pasado, Ryanair y otras líneas aéreas también estarán obligadas a conformar comités de empresa en las mismas condiciones que otras clases de empleadores. Esto constituye una importante victoria de campaña para ver.di, que desde hace tiempo sostiene que los trabajadores y trabajadoras aeronáuticos merecen gozar de los mismos derechos que sus homólogos en otros sectores. Sin embargo, la compañía aérea aún sigue resistiéndose, de manera inaceptable, a cumplir con sus obligaciones. La empresa debe someterse totalmente a la autoridad de la legislación alemana.
En términos generales, se ha logrado avanzar en Ryanair. Una cuarta parte de la fuerza laboral ahora se encuentra cubierta por la negociación colectiva, y la mitad, por convenios que establecen condiciones mínimas a nivel nacional. Y, ante la gran presión tanto de sindicatos como de accionistas, el controvertido presidente David Bonderman dejará su cargo el próximo año.
No obstante, la aerolínea todavía tiene un largo camino que recorrer antes de que pueda ser considerada una buena empleadora. Es muy apropiado que este convenio se concretara durante la última semana de la campaña Transporte Social para Europa liderada por la ETF, en la que los trabajadores y trabajadoras del transporte salieron a las calles de la capital de la UE para exigir remuneraciones y condiciones de trabajo justas. Ryanair debería seguir el ejemplo de lo realizado en Alemania y celebrar convenios colectivos con sindicatos de todos los países en los que opera, lo que llevaría sus relaciones laborales al siglo XXI.
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