En 2014, poco después de informar a Wizz de que habían formado un sindicato para representar a los trabajadores y trabajadoras de la línea aérea, 19 empleados fueron despedidos de sus puestos de trabajo. Esta medida sancionadora infringe las normas internacionales en materia de libertad sindical y contraviene las indicaciones del Consejo Nacional para la Lucha contra la Discriminación del Gobierno rumano.
Un tribunal inferior falló en favor de los trabajadores/as despedidos en 2016, pero Wizz decidió apelar esta decisión en las instancias más altas. El sindicato, Aerolimit Professional, ha celebrado el fallo del Tribunal Supremo y lo ha tomado como un afianzamiento de los derechos fundamentales de sus miembros y de otros trabajadores/as de la aviación.
La ITF ha apoyado a Aerolimit y a sus miembros desde su fundación y ve este resultado como un importante reconocimiento a la legítima actividad sindical. Especialmente en el contexto de la emblemática campaña de Ryanair que la ITF llevó a cabo, Aerolimit está demostrando que las líneas aéreas de bajo coste tienen que acatar la misma normativa laboral básica que cualquier otra empresa del sector de la aviación.
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