ITF apoya el proyecto de reforzar la legislación que protege a las trabajadoras y trabajadores de la aviación de las conductas disruptivas del pasaje, planteado en una conferencia diplomática celebrada principios de mes.
La Convención de Tokio, vigente desde 1963, dispone que los delitos cometidos a bordo de una aeronave se rigen por el derecho del Estado en el que está matriculado el avión.
Dado que hoy en día las aeronaves no se suelen matricular ni en el Estado en el que aterriza el avión ni en el Estado de la compañía operadora, puede resultar difícil aplicar la legislación vigente. Según la normativa propuesta, los actos de pasajeros perturbadores se regirían por las leyes del país donde desembarquen — facilitando mucho la lucha contra el comportamiento violento o ilegal de cualquier pasajero o pasajera. Entre otras enmiendas, el mencionado proyecto define claramente delitos como “la amenaza de agresión física contra un miembro de la tripulación”.
Representantes de más de cien gobiernos, participantes en la Conferencia de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), acordaron introducir cambios en la legislación para adecuarla a la realidad actual.
No obstante, el protocolo tiene aún que ser ratificado por los gobiernos y debe ser adoptado por al menos 22 Estados para que pase a convertirse en ley. De aprobarse, esta ley garantizaría mejor la seguridad aérea, tanto de los pasajeros como de las tripulaciones, y serviría de freno al comportamiento disruptivo, ya que aclara y aplica las consecuencias de dicho comportamiento.
La ITF fue una de las primeras organizaciones en luchar contra este problema. Ya en 1999 lanzó su exitosa campaña por la eliminación de la violencia aérea. “Si la tripulación se enfrenta a un comportamiento perturbador durante un vuelo, no puede marcharse o llamar a la policía para que intervenga. Este protocolo supone un gran avance en la protección de la seguridad de los trabajadores y trabajadoras de la aviación, por ello instamos a los gobiernos a que lo ratifiquen. Además, creemos que la tripulación de cabina debería recibir la formación que la capacite para actuar en caso de violencia, y maximizar así todo el potencial que tiene esta ley”, afirma Gabriel Mocho, secretario de Aviación Civil de la ITF.
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