Los/as conductores/as de camiones cisterna de gasolina de Nueva Zelanda celebraron la semana pasada la victoria obtenida tras un conflicto que ha durado un mes.
Las negociaciones por una mejora de las condiciones laborales de los/as conductores/as de Toll, una empresa de transportes subsidiaria de la australiana Toll Holdings que opera en el norte de Nueva Zelanda, se estropearon a principios de mayo. Según el sindicato FIRST Union, afiliado a la ITF, los/as conductores/as de Toll ganaban menos de dos tercios del salario medio nacional de los/as conductores/as del transporte de gasolina.
Toll es contratista del gigante petrolífero BP, y los/as miembros de FIRST de toda Nueva Zelanda mostraron su solidaridad con los/as conductores/as en huelga organizando piquetes en gasolineras de BP. La Unión de Trabajadores del Transporte de Australia (ATWU), afiliada a la ITF, también presionó a la empresa australiana Toll para que entablara negociaciones con sus trabajadores/as neozelandeses/as.
La intervención de la empresa matriz, así como el apoyo de las federaciones sindicales internacionales IndustriALL y ITF, obligaron a Toll a volver a negociar con los/as trabajadores/as. El acuerdo final, alcanzado el 27 de mayo, defiende los derechos sindicales en Toll y contiene disposiciones relativas a la mejora de las condiciones laborales.
Jared Abbott, organizador sindical de FIRST Union, agradeció el apoyo de la comunidad local e internacional, y declaró: “Al final, los trabajadores lograron un nuevo convenio colectivo que incluía un aumento de salario decente”.
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