Estos trabajadores y trabajadoras están en huelga desde el 16 enero como protesta ante la amenaza que se cierne sobre sus salarios y prestaciones debido a la propuesta del ayuntamiento de no incluir las Disposiciones de Protección de los Empleados (DPE) en los nuevos contratos de los autobuses, que entrarán en vigor en septiembre de 2013. Grupos de padres y madres, sindicatos y otros simpatizantes se solidarizaron con estos choferes y vigilantes.
Los y las vigilantes de buses escolares —que reciben formación en competencias varias, como primeros auxilios— y los choferes trabajan para compañías de buses privadas, pero desde hace casi 50 años el ayuntamiento incluye DPE en todos los contratos suscritos con compañías de buses escolares. Los trabajadores y trabajadoras están convencidos de la relación directa entre dichas disposiciones y la seguridad y protección de los niños y niñas de Nueva York, ya que las DPE garantizan la permanencia en sus empleos de las tripulaciones de buses escolares más competentes y con más experiencia.
Larry Hanley, presidente internacional de la ATU explica: “Nuestros choferes y vigilantes de buses escolares tienen experiencia y saben cómo cuidar de los niños y las niñas, de quienes tienen necesidades especiales, durante los trayectos diarios que les trasladan desde y hacia el colegio. Sin embargo están atacando las bases dignas de los salarios, de la salud y de las pensiones que disfrutan estos profesionales. El alcalde debe reunirse con nosotros urgentemente para llegar a una solución a este conflicto”. El 16 enero, el sindicato lanzó una campaña publicitaria en la televisión y la radio bajo el eslogan “Digamos al alcalde Bloomberg que los niños y las niñas son lo primero”.
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