Con el lema Tripulaciones de Cabina Unidas, trabajadores y trabajadoras de diversos lugares de Europa y del Norte de África se reunirán el martes 3 y el miércoles 4 de julio en Dublín para celebrar una cumbre cuyo objetivo es acordar los asuntos que se deben abordar y los criterios que la compañía debe cumplir para poder recibir el visto bueno.
Si Ryanair no cumple estas promesas realizadas con anterioridad, inevitablemente se generará más inquietud y discordia.
El lunes 4 de junio, organizaciones sindicales que representan a las tripulaciones de cabina de la red de la línea aérea se reunieron en Bruselas para preparar el terreno para la cumbre que se celebrará el mes que viene. Convocados por la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) y por la Federación Europea de los Trabajadores del Transporte (ETF), el grupo acordó de manera rotunda apoyar a las tripulaciones de cabina que van a presentar sus demandas a Ryanair.
Bajo una gran presión por parte de los trabajadores y trabajadoras, Ryanair anunció por fin en diciembre de 2017 que reconocería a los sindicatos por primera vez. No obstante, durante los últimos seis meses, se ha avanzado muy lentamente hacia ese reconocimiento. Ryanair está demostrando su falta de experiencia en tratar con organizaciones sindicales y ahora debe sentarse a la mesa de negociaciones.
Tanto trabajadores/as y sindicatos como periodistas han criticado duramente las condiciones de trabajo de Ryanair durante los últimos años. Algunos de los asuntos destacados son salarios de pobreza, métodos disciplinarios severos, objetivos de ventas inalcanzables, así como el hecho de que el personal tiene que pagar por cosas que la mayoría de las empresas decentes proporcionan.
Aunque el anuncio de diciembre fue bienvenido, a la compañía le queda mucho por hacer para superar un historial de prácticas antisindicales y ganarse la confianza de los trabajadores y trabajadoras.
Si Ryanair no responde rápida y adecuadamente a la carta, se arriesga a un futuro de relaciones industriales y disputas conflictivas.
Gabriel Mocho Rodríguez, secretario de aviación de la ITF, manifestó: “Queremos que Ryanair tenga éxito como empresa, pero tiene que abordar los problemas de sus trabajadores y trabajadoras. Esta cumbre demuestra que las tripulaciones de cabina permanecen unidas, que trabajan conjuntamente a nivel internacional y que están preparadas para enfrentarse a un empleador que les explota. La carta de demandas proporcionará a la compañía una pauta clara sobre cómo puede cambiar para mejor”.
François Ballestero, secretario político de la ETF, añadió: “El mensaje de los trabajadores y trabajadoras es claro: ya basta. O Ryanair comienza a tratar a sus empleados/as de una manera justa o se enfrentará al tipo de movilizaciones que tuvieron lugar en Portugal durante el fin de semana de Semana Santa”.
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