Como miembros del movimiento sindical mundial y representantes de sindicatos del sector de la aviación de todo el planeta, nos unimos frente a la amenaza creciente del chovinismo, el nacionalismo y el unilateralismo, que proyectan una sombra ominosa sobre el mundo.
Hemos sido testigos de la rapidez con la que los Gobiernos de derechas arremeten contra los derechos laborales y atacan nuestros principios y derechos fundamentales en el trabajo. Estos ataques socavan la democracia, alimentan la división y buscan deliberadamente enfrentar a los trabajadores entre sí.
En cuanto sindicalistas, sabemos que la unidad de los sindicatos es el arma más poderosa contra las amenazas de la escasez y la falsa rivalidad entre trabajadores con la que pretenden debilitar nuestra fuerza colectiva.
Los lugares de trabajo, tanto en tierra como en el aire, son la primera línea en la lucha por nuestros derechos y nuestra democracia, ya se trate del personal aeroportuario de los EE. UU. que ha visto arrebatado su derecho a la negociación colectiva o los dirigentes sindicales de la aviación argentina a quienes el Gobierno de Milei amenaza con penas de cárcel. Frente a estos ataques debemos fortalecer aún más nuestros sindicatos y federaciones para defender los derechos de los trabajadores y las trabajadoras en nuestras comunidades y en todo el mundo.
Debemos proteger y fomentar nuestro derecho como personas trabajadoras a afiliarnos a sindicatos, negociar colectivamente, mejorar nuestra situación y apoyarnos unos a otros.
Como profesionales de la aviación sabemos que este es un sector de carácter mundial y diverso, cimentado sobre el principio de la inclusividad, un valor innegociable que forma parte esencial de nuestra historia y nuestra identidad.
Nos enorgullece que quienes trabajan en nuestro sector procedan de comunidades diferentes de todo el mundo, y defenderemos esa diversidad con firmeza. Es nuestra diversidad lo que nos da fuerza, y no permitiremos que el discurso reaccionario nos arrincone y nos aísle.
Rechazamos cualquier viraje proteccionista precipitado, que se desmorona cuando esas mismas voces claman a favor de la desregulación y de políticas de libre mercado que benefician a milmillonarios y oligarcas. Estas contradicciones solo buscan engañarnos y dividirnos.
Como representantes de la fuerza laboral de la aviación a nivel mundial, nos concentramos en lo que de verdad importa: unas condiciones de trabajo seguras, estables y justas que mejoren la vida de cada trabajador y trabajadora del sector, y del mundo entero.
Ahora más que nunca, la unidad es nuestra mayor fortaleza. Un ataque contra uno es un ataque contra todos.
Los trabajadores y las trabajadoras de la aviación civil, unidos a través de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), no vamos a ceder ante quienes intentan debilitar nuestros derechos o nuestra democracia. Por el contrario, nos unimos en solidaridad, con orgullo y resiliencia y dispuestos a defender y ampliar las libertades que nos pertenecen a todas y todos.