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La renacionalización del sistema ferroviario británico: la voz de los sindicatos

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La decisión del Gobierno laborista del Reino Unido de renacionalizar su sistema ferroviario representa un giro significativo y positivo frente a la tendencia mundial a la privatización. También supone una ruptura con la agenda política europea reflejada en directivas de la UE como el Cuarto Paquete Ferroviario.

Este cambio es el resultado directo de la campaña incesante del Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT), la Sociedad Unificada de Maquinistas Ferroviarios y Fogoneros (ASLEF) y la Asociación del Personal de Transporte Asalariado (TSSA), sindicatos ferroviarios afiliados a la ITF que han denunciado infatigablemente los fallos de la privatización. A medida que el modelo del sector privado se hundía, sumido en un caos de horarios, retrasos, cancelaciones y huelgas, la presión sindical y la movilización ciudadana lograron incorporar la renacionalización en la agenda política como una alternativa viable, que sitúa a la fuerza laboral y a los pasajeros —y no a los accionistas— en el centro del futuro ferroviario del país. La elección de un Gobierno laborista en el Reino Unido convirtió esta visión en una prioridad legislativa.

Cronograma de la renacionalización

  • La primera ley parlamentaria dirigida a recuperar el control público sobre la prestación de la mayoría de los servicios ferroviarios de pasajeros se promulgó el 28 de noviembre de 2024.
  • A ella se suma un segundo proyecto de ley, titulado Great British Railways, que establecerá la titularidad pública del transporte ferroviario.
  • El Gobierno del Reino Unido lanzó una consulta pública el 18 de febrero que se prolongará durante ocho semanas.
  • Con el objetivo de minimizar los costos, el Gobierno ha adoptado un sistema de implementación gradual, según el cual los servicios pasarán a control público a medida que expiren los contratos privados vigentes. Está previsto que la compañía South Western Railway vuelva a ser de propiedad pública en mayo de 2025, seguida de c2c en julio y Greater Anglia a finales de año.

Perspectiva sindical

Los sindicatos ferroviarios consideran esta noticia una victoria clave, pero vigilarán su implementación de cerca y reclaman:

  • la exclusión total del sector privado en las operaciones ferroviarias y en el mantenimiento de las vías;
  • estabilidad laboral y condiciones justas para todo el personal ferroviario, dando marcha atrás a la externalización y la precarización impuestas por la privatización;
  • una rendición de cuentas democrática y la participación de los trabajadores y las trabajadoras en la nueva estructura ferroviaria pública para garantizar que las decisiones respondan al interés general y no queden en manos de burócratas o consultorías corporativas.

Los sindicatos desempeñarán un papel fundamental a la hora de garantizar que la renacionalización repare los daños causados al sector ferroviario del Reino Unido por años de explotación lucrativa, incluidos el arrendamiento del material rodante y la externalización a empresas privadas de operaciones ferroviarias esenciales.

El presidente de la Sección de Transporte Ferroviario de la ITF, Julio Sosa, afirma: “Felicitamos a los sindicatos ferroviarios RMT, ASLEF y TSSA, afiliados a la ITF, por su incansable campaña para revelar los fallos de la privatización. Como consecuencia de esta, los sistemas se deterioraron, las infraestructuras sufrieron graves daños por falta de mantenimiento y la fuerza laboral perdió muchos de sus derechos.

“Ahora, los trabajadores y las trabajadoras y sus sindicatos serán fundamentales para impulsar una nacionalización que realmente beneficie al sistema ferroviario, a los pasajeros y al personal”.

El secretario general de la ITF, Stephen Cotton, declara: “La renacionalización de los ferrocarriles británicos es una victoria para los sindicatos, los pasajeros y el conjunto del movimiento sindical. Tras décadas de fracasos de la privatización, el retorno a la propiedad pública supone una oportunidad crucial de construir un sistema ferroviario que responda a las necesidades de la población y no al ánimo de lucro. Sin embargo, la lucha no ha terminado. Los sindicatos y los activistas deben seguir exigiendo cuentas al Gobierno para garantizar que la renacionalización culmine en un sistema plenamente integrado y de propiedad pública y no se quede en medias tintas”.

Visión de la ITF de unos sistemas ferroviarios de titularidad pública

Una industria ferroviaria de propiedad social, organizada en torno a las necesidades del personal y de los usuarios del ferrocarril, es posible. El control de la fuerza laboral sobre la infraestructura y las operaciones del transporte es factible y reconoce el transporte público como un servicio esencial concebido para responder a las necesidades de la gente común, y no como un mercado del que obtener beneficios para engrosar las arcas de especuladores privados. Las nuevas tecnologías se utilizan para elevar la seguridad del personal ferroviario, no para degradar sus condiciones laborales, sustituir a las personas por máquinas o convertir la digitalización en una herramienta de control y disciplina. Además, se reconoce y aprovecha el vasto conocimiento y las aptitudes del personal ferroviario, poniéndolos al servicio del interés colectivo y garantizando empleos dignos, seguros y gratificantes. La visión de la ITF contempla una transición justa que no se limita a “mitigar los peores efectos” de la transición digital ecológica, sino que redefine radicalmente la industria, situando a los trabajadores y al planeta como prioridades. Un transporte ferroviario verdaderamente sostenible va más allá de la eliminación progresiva del diésel, ya que se considera un bien común en el que la fuerza laboral y el planeta son ejes fundamentales. Un sistema ferroviario seguro y sostenible ofrece un nuevo modelo económico y social de movilidad que redefine el papel del Estado, la fuerza laboral y el medioambiente.

Los sindicatos ferroviarios afiliados a la ITF aprobaron las siguientes reivindicaciones en su conferencia de 2024 en Marrakech:

  • la propiedad pública del transporte ferroviario como bien público y el fin de todas las privatizaciones ferroviarias;
  • sistemas ferroviarios integrados, en los que la infraestructura, el material rodante y las operaciones sean propiedad de una única entidad pública;
  • la financiación pública del transporte ferroviario, cuyos beneficios se reinviertan en el propio ferrocarril o en otros medios de transporte público o se devuelvan a las arcas públicas;
  • la integración del transporte ferroviario con otros medios de transporte público, para ofrecer servicios asequibles, seguros y accesibles;
  • la negociación colectiva con los sindicatos para determinar las necesidades de transporte (y otras necesidades) de los trabajadores, los pasajeros y las comunidades;
  • inversiones y gastos públicos que garanticen la libertad de asociación, la negociación colectiva y los derechos laborales en toda la cadena de suministro.

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