Las personas que viven cerca del paso elevado que el lunes se colapsó fatalmente en la Ciudad de México venían advirtiendo a las autoridades desde hace más de un año sobre las grietas en las paredes y las fuertes vibraciones, según El Universal.
“Sabíamos que esto iba a pasar tarde o temprano”, declaró un vecino al diario mexicano.
Al menos 23 personas fallecieron y unas 70 resultaron heridas cuando el tramo elevado de la Línea 12 del metro de la Ciudad de México se derrumbó al paso de un tren, informaron los medios de comunicación. La tragedia ocurrió el pasado lunes alrededor de las 22:30 hora local.
La ITF y el Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (SNTSTC), afiliado a ella, han exigido hoy una investigación inmediata sobre las fallas sistemáticas que afectan la seguridad de las estructuras del metro de la Ciudad de México.
Los vagones quedaron suspendidos de la vía con pasajeros adentro, dificultando las maniobras de rescate. Una persona atrapada en un automóvil que transitaba debajo del paso elevado fue liberada y llevada al hospital.
“Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias de los afectados por el accidente”, afirmó Stephen Cotton, secretario general de la ITF.
El SNTSTC confirmó que entre los fallecidos y heridos solo había pasajeros. Ni el conductor ni el personal del metro sufrieron daños físicos en el colapso.
La jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, explicó a los periodistas que se está investigando la causa del accidente, pero que al parecer una trabe cedió con el paso del metro.
La construcción de la Línea 12 ha sido objeto de numerosas denuncias e imputaciones por irregularidades, según indica el periódico USA Today.
Los trabajadores y trabajadoras de autobuses y trolebuses están proporcionando servicios adicionales, ya que es probable que la Línea 12 permanezca cerrada durante algún tiempo.