El anuncio de Bonderman se produce tras los malos resultados trimestrales de la compañía y luego de recibir una lluvia de críticas por parte de los sindicatos y de los accionistas, por no haber exigido responsabilidades a la gerencia ejecutiva de Ryanair.
Bonderman lleva presidiendo Ryanair desde 1996 y forma parte de un grupo cerrado de altos cargos, que incluye al consejero delegado, Michael O'Leary. Lleva ocupando este puesto más del doble del tiempo recomendado para preservar la independencia de la junta de administración.
El pasado mes de septiembre, la ITF y la ETF escribieron a los accionistas de Ryanair pidiéndoles que votaran en contra de la reelección de Bonderman en la Junta General de Accionistas de la compañía. Si bien mantuvo su cargo, sólo el 67 % votó por él (teniendo en cuenta las abstenciones), lo que lo convierte en el presidente menos popular del índice ISEQ20. Este nivel de oposición es más de diez veces superior al de un director medio de una empresa irlandesa, en 2018.
Los resultados trimestrales también muestran que la empresa tiene dificultades para cumplir las expectativas. Luego de emitir dos anuncios de beneficios en los últimos meses, Ryanair reporta ahora pérdidas por valor de 20 millones de euros en su tercer trimestre. También ha anunciado una reestructuración del grupo, y que un nuevo holding supervisará cuatro filiales radicadas en Irlanda, Gran Bretaña, Austria y Polonia.
Stephen Cotton, secretario general de la ITF, afirma: "La partida de Bonderman constituye una gran victoria para el movimiento sindical mundial. Con su batalla contra uno de los peores empleadores del mundo, los trabajadores demuestran que la acción colectiva puede contribuir a cambiar las prácticas corporativas dudosas".
"La nueva Presidencia tendrá la inmensa responsabilidad de llevar las relaciones laborales de la empresa a la era moderna. En el marco de estos resultados trimestrales, estabilizar el modelo de negocio de Ryanair implica concluir unos acuerdos laborales sólidos con los sindicatos de todos los países en los que opera esta aerolínea".
Eduardo Chagas, secretario general de la ETF, afirma: "El modelo de gobernanza corporativa de Ryanair jamás tendrá cabida en una Europa equitativa. Acogemos con satisfacción esta oportunidad para que la empresa se reforme y esperamos que la aproveche al máximo".
"También resulta vital que esta reestructuración del grupo Ryanair, con empresas semiautónomas que operan en diferentes países, no se convierta en una herramienta más de dumping social. Independientemente de que los trabajadores y las trabajadoras trabajen en Dublín, Varsovia, Londres o Viena, todos tienen el derecho fundamental a un salario y unas condiciones decentes. Esa es la base de nuestra campaña europea por un Transporte Justo".
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