La lucha del pueblo francés contra la reforma de las pensiones en Francia ha entrado en una nueva fase. Ayer, 16 de marzo de 2023, el presidente Emmanuel Macron impuso por decreto la aprobación de su nueva ley, eludiendo así su votación en el Parlamento francés.
El presidente recurrió a los antidemocráticos poderes especiales que le otorga el artículo 49.3 de la Constitución francesa para sacar adelante el proyecto de su Gobierno de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años. Estos poderes fueron establecidos por el presidente De Gaulle al inicio de la V República con el propósito expreso de coartar la voluntad del pueblo en momentos de supuesta crisis, como el actual.
La decisión de Macron de invocar esta controvertida herramienta constitucional es una respuesta directa a la fuerza, la unidad y la valentía demostradas por los movimientos sindicales y sociales de Francia. Nuestros compañeros y compañeras se han movilizado y han obtenido un apoyo tan mayoritario de la población que el Gobierno habría sido derrotado de haber sometido a una votación parlamentaria legítima su proyecto de reforma de las pensiones.
El Gobierno francés ha fracasado, y este fracaso no hace sino subrayar la negación de la democracia que ha caracterizado todo el proceso de reforma de las pensiones hasta la fecha. A lo largo del procedimiento de estudio de este proyecto de ley, el Gobierno ha optado por forzar una aceleración de los trámites parlamentarios, negándose a votar las enmiendas, presionando a los diputados y haciendo concesiones a la derecha, todo ello con el objetivo de imponer una política profundamente impopular.
Debido a la usurpación antidemocrática de la autoridad legislativa por parte del presidente, se presentará una moción de censura en el Parlamento francés que, de prosperar, supondrá la retirada del proyecto de ley y la disolución del Gobierno.
Esta reforma es injusta, injustificada e injustificable. Millones de franceses han demostrado enérgicamente su oposición durante semanas de manifestaciones y huelgas. Estas movilizaciones multitudinarias cuentan con el apoyo de una amplísima mayoría de la población y de casi todos los trabajadores y las trabajadoras.
La única respuesta del Gobierno y de los empleadores está siendo la represión: requisiciones, cargas policiales en las ocupaciones de centros de trabajo, detenciones, intimidación y cuestionamiento del derecho fundamental a la huelga.
Los sindicatos franceses se oponen unánimemente a esta reforma e instan al pueblo francés a continuar las movilizaciones contra el Gobierno.
Ante esta situación sin precedentes, los sindicatos francófonos reunidos en Johannesburgo los días 17 y 18 de marzo con motivo de la Conferencia de la Sección de Transporte Ferroviario de la ITF lanzan un llamamiento a las organizaciones afiliadas a la ITF de todo el mundo para que expresen su solidaridad y estén preparadas para una escalada del conflicto si el Gobierno continúa por esta senda autocrática y antidemocrática.
Instamos a todos los sindicatos afiliados a la ITF a apoyar la retirada de esta reforma y la restauración de un auténtico Gobierno democrático en Francia.
Por último, no olvidemos las palabras de Nelson Mandela: “Un ganador es un soñador que nunca se rinde”.
¡AMANDLA! ¡LARGA VIDA A LA ITF!
