Declaración del Consejo Global Unions (CGU)
El 19 de abril de 2022, más de 20 dirigentes y activistas del Congreso Bielorruso de Sindicatos Democráticos (BKDP) fueron detenidos por el Comité de Seguridad del Estado. Aunque algunas de estas personas fueron puestas en libertad más tarde, al menos 10 siguen detenidas, entre ellas el presidente del BKDP, vicepresidente de la CSI y miembro del Consejo de Administración de la OIT, Aliaksandr Yarashuk, y el vicepresidente del BKDP, Siarhei Antusevich. Tanto ellos como sus colegas son presos de conciencia.
Se enfrentan a cargos en virtud del art. 342, parte 1, del Código Penal de la República de Bielorrusia, y fueron trasladados a la prisión preventiva mientras se producía la investigación. Los cargos de conformidad con el art. 342 incluyen la preparación de acciones que alteren gravemente el orden público y pueden condenarse con penas de arresto o privación de libertad durante un período de entre dos y cinco años, o de hasta cuatro años de cárcel. Exigimos su inmediata puesta en libertad y la retirada de todos los cargos presentados por el régimen ilegítimo de Alexander Lukashenko, que manipuló las elecciones de 2020 para permanecer en el poder.
El arresto de estas personas y el trato recibido han provocado indignación y protestas generalizadas al considerarse un caso motivado políticamente que tiene relación directa con el ejercicio de la actividad sindical, y un ataque a la democracia y al sindicalismo independiente que forma parte fundamental de la misma.
El arresto, aunque breve, de dirigentes sindicales por ejercer su derecho legítimo a la libertad de asociación constituye una grave violación de los derechos humanos fundamentales, como demuestra el hecho de que el director general de la OIT, Guy Ryder, hiciera público un comunicado especial y se dirigiera directamente al Gobierno de Bielorrusia. Utilizaremos la próxima Conferencia Internacional del Trabajo y el subsiguiente Consejo de Administración de la OIT para aumentar la presión sobre el régimen ilegítimo de Bielorrusia.
La comunicación con nuestros compañeros y compañeras sindicalistas presos es posible únicamente a través de abogados y cartas, por eso, reivindicamos el derecho de visitarlos en persona y tenemos la intención de enviar a una delegación solidaria a Bielorrusia a tal efecto.
Como sindicatos mundiales, no permaneceremos en silencio ante este ataque injustificado e inaceptable a los sindicatos de Bielorrusia y, por extensión, al personal y los sindicatos del resto del mundo: un ataque contra uno es un ataque contra todos.
