La ITF, junto con otras 181 organizaciones mundiales que luchan por los derechos de las mujeres, reclaman al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que exija cuentas a la junta militar de Myanmar.
Mediante una carta abierta, las organizaciones señalan los antecedentes de violencia contra las diversas comunidades étnicas del país, incluida la violencia sexual contra las mujeres, de los militares de Myanmar y advierten del peligro que corren los avances conseguidos en materia de derechos de la mujer después del golpe de febrero.
Esta carta coincide con la celebración en Nueva York del 65.º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas, dedicado a la igualdad de participación de las mujeres en la vida pública y la toma de decisiones y a la erradicación de la violencia contra las mujeres.
Las organizaciones imploran al CSNU que imponga sanciones económicas específicas a los líderes de la junta y las empresas que tengan vínculos con el ejército, además de un embargo de armas general. Además, instan al Consejo a adoptar una resolución para remitir el caso a la Corte Penal Internacional y enviar al país un equipo de mediación y supervisión.
En todo el territorio de Myanmar, el ejército continúa vulnerando la Carta de las Naciones Unidas y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Desde el golpe de estado, el ejército y las fuerzas de seguridad de Myanmar han abierto fuego indiscriminado con munición real contra manifestantes pacíficos y han acabado con la vida de al menos 21 mujeres y, recientemente, una niña de siete años. Los arrestos y detenciones arbitrarios entre la población civil por parte de la junta siguen en aumento, acompañados de acusaciones de violencia sexual y de género.
Los militares ya han usado en el pasado la violencia sexual como arma de guerra, por lo que las organizaciones temen que los avances que ha conseguido el país en la mejora de la condición de la mujer estén más en riesgo que nunca.
En febrero, la ITF y otras nueve federaciones sindicales mundiales instaron a los sindicatos de todo el mundo a aumentar la presión sobre los Gobiernos y las empresas para aislar a la junta militar de Myanmar.