Cincuenta y ocho marinos egipcios extenuados al fin volvieron a casa con ayuda sindical, después del intento fallido de repatriación por parte de la empresa para la que estaban trabajando debido a las restricciones impuestas por el Gobierno tunecino para los cambios de tripulación.
Muchos de los tripulantes de los cinco buques de apoyo en altamar del Grupo Maridive quedaron atrapados a bordo de las embarcaciones cerca de la costa de Túnez durante cuatro meses después de haber finalizado su travesía inicial de dos meses.
Los tripulantes lograron regresar a sus hogares a finales de agosto, tras recibir la asistencia del sindicato nacional y de la ITF, comentó Mohamed Arrachedi, coordinador de la red del Mundo Árabe e Irán de la ITF.
“Habíamos recibido numerosas llamadas de la tripulación y después de llevar adelante algunas averiguaciones iniciales, comenzamos a trabajar en el caso en julio, como parte del compromiso asumido por la ITF de ayudar a la gente de mar a volver a casa siempre que se hayan cumplido todas las obligaciones contractuales”.
“Comenzamos por los armadores-administradores y nos comunicamos con las autoridades marítimas tunecinas y con las administraciones de los Estados de pabellón en Panamá y Belice”, explicó Arrachedi.
Mientras Arrachedi estaba ocupado contactando a los empleadores de los tripulantes y a las autoridades pertinentes, el secretario regional de la oficina de la ITF para el Mundo Árabe, Bilal Malkawi, consiguió que los tripulantes egipcios contaran con el apoyo de los dirigentes sindicales tunecinos, y afiliados a la ITF, Mohamed Turki y Noureddine Tabboubi. Tanto Turki como Tabboubi pertenecen a la Unión General Tunecina del Trabajo (SG de UGTT-FNT, SG de UGTT).
Arrachedi, que se ocupa de muchos casos de abandono en el mundo árabe, comentó que se sentía intranquilo por el cansancio de los tripulantes a bordo de los buques de Maridive y la intensa carga de trabajo a la que continuaban estando sometidos a pesar de haber cumplido ya el plazo original de sus contratos.
En julio, Arrachedi le escribió el siguiente mensaje al comandante de la flota del Grupo Maridive: “Estamos sumamente preocupados por los efectos psicológicos y físicos que esta situación está teniendo en la tripulación. La fatiga mata”.
Arrachedi informó a la empresa y a las administraciones de los Estados del pabellón que él estaba al tanto de las dificultades que estaban teniendo las empresas para organizar los cambios de tripulación ante la gran cantidad de restricciones de viaje y circulación impuestas por las autoridades gubernamentales. Pero indicó que no podían mantener a la gente de mar a bordo más tiempo del estipulado contractualmente y que los empleadores tenían la obligación de repatriarla una vez finalizados sus contratos, independientemente de que fueran por un plazo corto o largo.
En respuesta, la empresa se quejó de que todos los aeropuertos tunecinos permanecían cerrados y que sus intentos por realizar un cambio de tripulación para relevar a los marinos egipcios se habían visto frustrados por las medidas establecidas ante el COVID-19. Incluso, afirmó la empresa, el Gobierno tunecino se negó a permitir el ingreso de una tripulación descansada en un avión chárter privado.
Al no contar con apoyo del Gobierno egipcio y ante el agotamiento físico y mental de los marinos debido a su prolongada estadía a bordo, la ITF comenzó a buscar alternativas en otros lugares para llevar a los marinos varados a casa.
Encontró un camino alternativo por Malta, donde se pudo realizar con éxito el cambio de tripulación a través del puerto de La Valeta. Luego, la tripulación fue repatriada a Alejandría, Egipto, el 18 de agosto.
El secretario regional de la ITF, Bilal Malkawi, dijo: “Los navíos se encontraban en Túnez repletos de gente de mar desesperada”.
“Este es apenas uno de los tantos casos en los que la ITF ha logrado asistir a marinos del mundo árabe durante estos momentos tan difíciles”.
Malkawi señaló que el cambio de tripulación seguirá siendo una prioridad para la ITF y sus afiliadas en todo el mundo durante la pandemia, pero es necesaria una mayor cooperación por parte de los Gobiernos del mundo árabe y de otros países para que estos puedan realizarse de manera regular a través de puertos y aeropuertos.