Los principios de la ITF para empleadores de la economía de las microtareas buscan garantizar que los empleadores de las plataformas de transporte a demanda tomen medidas para proteger los derechos humanos de sus trabajadores y trabajadoras.
Relaciones laborales encubiertas
La mayoría de las plataformas de microtareas a demanda no reconoce a sus trabajadores y trabajadoras como empleados. Esto los expone a todos los riesgos que conlleva su trabajo sin ninguna de las protecciones que normalmente ofrecen los empleadores —como seguros, equipos de protección individual, subsidios por enfermedad, vacaciones remuneradas o licencia retribuida por maternidad y paternidad—. Tampoco disfrutan de las cotizaciones del empleador a la seguridad social, los planes de salud (allí donde son necesarios) o las cotizaciones a los planes de pensiones. Además, suelen cobrar menos que los trabajadores por cuenta ajena.
Dado que las plataformas que los contratan no los reconocen como empleados, no disfrutan de sus derechos a la seguridad en el lugar de trabajo, la libertad de asociación o la negociación colectiva a través de sindicatos. Por todo ello, su vida laboral es similar a la de otros trabajadores y trabajadoras del sector informal.
Nuevas formas de control mediante la tecnología digital
Las plataformas de microtareas utilizan nuevas formas de control y nuevos métodos de gestión que causan problemas específicos a su fuerza laboral. Por ejemplo, estos trabajadores y trabajadoras carecen de un lugar de trabajo o de supervisión humana. El empleador los controla a través de los datos que producen durante sus horas de trabajo, el envío de recordatorios (incentivos positivos o negativos) y la forma de calcular su remuneración. A menudo no saben exactamente cómo funciona este sistema ni cómo se calcula su retribución, y se introducen cambios en sus condiciones salariales y laborales sin consultar con ellos.
Los principios de la ITF para empleadores de la economía de las microtareas pretenden llegar a las causas profundas de los problemas de quienes trabajan para las plataformas digitales —su clasificación como falsos autónomos, la gestión a través de algoritmos, la falta de acceso a los datos que se recopilan sobre ellos— y garantizar el disfrute de sus derechos laborales. También reclaman a las plataformas que paguen sus impuestos, como hace la gran mayoría de las empresas.
con una provisión adecuada y apropiada de EPI/EPP e instalaciones sanitarias, y protecciones específicas contra la violencia y el acoso en el lugar de trabajo;
y fin de las relaciones laborales encubiertas;
que aplique los principios y derechos fundamentales en el trabajo de la OIT, incluidos los derechos de género, la libertad de asociación y la negociación colectiva. Estos derechos deberían incorporarse en los propios algoritmos;
independientemente de la condición laboral, con fórmulas negociadas que garanticen la recuperación de costos a los trabajadores que hayan sido justamente clasificados como autónomos. Se debe pagar a tiempo a los trabajadores, que además deben recibir las propinas en su totalidad en el momento del pago;
en casos en los que el rendimiento de los trabajadores de las plataformas digitales esté condicionado y controlado por software y datos. Las personas designadas deberían asumir la responsabilidad sobre el software y sus repercusiones para los trabajadores;
La flexibilidad no debería ir en detrimento de unas condiciones laborales dignas. La desactivación de cuentas en las aplicaciones debería seguir un proceso equitativo que contemple el derecho de apelación. Los contratos deberían especificar los derechos sobre los datos, y los cambios en las condiciones laborales deberían someterse a consulta y negociación. Las calificaciones de los trabajadores deberían ser transferibles entre aplicaciones;
Los trabajadores producen datos que luego las empresas utilizan para controlar su trabajo, por lo que tienen derecho a saber qué datos se recopilan, para qué se emplean, dónde se almacenan y cómo funciona el software que los usa. Deberían tener libre acceso a todos los datos recopilados sobre ellos durante el tiempo de trabajo, en reconocimiento de que son sus datos, ya que han sido ellos quienes los han generado;
Las plataformas digitales deben garantizar que sus algoritmos y procesos digitales sean testados con el fin de eliminar los sesgos de género que perjudiquen a las mujeres en materia salarial y de seguridad, entre otras cuestiones;
incluidas la asistencia sanitaria, las pensiones y otros tipos de seguridad social y de seguro;
Las protecciones sociales las paga el Estado, pero solo podrá hacerlo si las empresas adoptan prácticas empresariales responsables, como el pago de su parte correspondiente de impuestos.