Las empresas de transporte por carretera están aprovechando la excusa de la pandemia de COVID-19 para explotar aún más a los camioneros, reducir los precios del transporte, los salarios, las condiciones laborales y la salud y seguridad en toda Europa, según revela una investigación de la FNV-VNB, la ITF y la UITA.
El informe y el video documental publicados hoy destapan la trata de seres humanos en el transporte por carretera europeo y ponen al descubierto escandalosos abusos de los derechos humanos a las puertas de la Unión Europea, afirma el secretario general de la ITF, Stephen Cotton.
“Mucho antes del COVID-19, la industria europea del transporte por carretera estaba plagada de explotación a los conductores y de abusos de los derechos humanos. El COVID-19 ha exacerbado estos abusos, y esta explosiva investigación saca a la luz otra pandemia más: la de la explotación que se da en las carreteras europeas”, afirma Cotton.
“Resulta alarmante el aumento de la trata de personas en la industria. Hemos documentado múltiples casos de camioneros de países no pertenecientes a la UE que han sido introducidos en países de Europa oriental a través de la trata, firman contratos en el fondo de complejas cadenas de subcontratación y luego se ven obligados a trabajar casi exclusivamente en Europa occidental por poco dinero, con documentación falsa y sin salida.
“Estos conductores transportan suministros esenciales: la comida para alimentarnos, las medicinas que tan desesperadamente necesitamos en estos momentos, la ropa que nos ponemos y las mercancías producidas por algunas de las mayores compañías del mundo. Los Gobiernos europeos y las empresas multinacionales ya no pueden hacer la vista gorda ante esta explotación”, señala Cotton.
La investigación revela que las empresas de transporte están aprovechándose de la falta de controles durante la pandemia por parte de las autoridades encargadas de aplicar la ley.
Las entrevistas realizadas a camioneros sacan a la luz las prácticas de explotación habituales en el sector y los abusos adicionales a los que se somete a los conductores como consecuencia de la crisis del COVID-19, entre otros:
- camioneros de Ucrania, Bielorrusia, Uzbekistán, Turquía, Filipinas y otros países no pertenecientes a la Unión Europea que son empleados con contratos de Europa oriental a pesar de trabajar casi exclusivamente en Europa occidental;
- camioneros que se ven obligados a firmar contratos en idiomas que no pueden leer;
- camioneros que reciben un salario fijo promedio de alrededor de 100-600 euros al mes;
- empleadores que trasladan a grupos de camioneros en minibús a Europa Occidental para que empiecen a trabajar;
- camioneros forzados a descansar, dormir, comer y vivir en sus vehículos durante meses;
- camioneros a los que se facilita documentación falsa sobre su situación laboral;
- camioneros a los que se amenaza con violencia y sanciones económicas si alertan a las autoridades sobre los tiempos de conducción y descanso, la seguridad, el salario y otros asuntos;
- clientes y compañías de transporte multinacionales que están explotando la crisis del COVID-19 para reducir los precios del transporte y los salarios de los conductores;
- conductores a los que se suministra poco o ningún equipo de protección individual (EPI);
- exenciones a las regulaciones de los tiempos de conducción y descanso que han llevado a los empleadores a coaccionar a los camioneros para que trabajen en horarios más peligrosos;
- camioneros que se ven obligados a permanecer en sus vehículos sin acceso a agua limpia ni a baños o instalaciones sanitarias en buen estado;
- camioneros que no reciben licencia por enfermedad remunerada.
El investigador principal del informe, Edwin Atema, de la FNV-VNB, condenó hoy a las empresas que están explotando la pandemia del coronavirus para violar los derechos humanos de los camioneros —entre ellos los derechos laborales— e instó a los Gobiernos, las empresas multinacionales y las empresas transportistas a proteger a los camioneros.
“Debemos recordar que los camioneros mueven la economía europea —mueven el 75 % del transporte interior de mercancías en la UE— y son esenciales para nuestra supervivencia y recuperación después del coronavirus. Las cadenas de suministro son tan fuertes como su eslabón más débil, y esta explotación es insostenible”, afirmó Atema.
“Las familias comparten las carreteras con camiones de 40 toneladas manejados por conductores que no han descansado adecuadamente, que se ven obligados a trabajar un número excesivo de horas, que conducen estando enfermos o que son víctimas del tráfico de seres humanos. Las carreteras de Europa no son seguras. Esta explotación debe terminar ya”, concluyó.
La secretaria general de la UITA, Sue Longley, afirmó: “La salud y la seguridad de la cadena de suministro de alimentos y bebidas es una cuestión de vida o muerte para todos, especialmente durante la pandemia de COVID-19. Las conclusiones de este informe revelan que ninguna multinacional puede garantizar que sus cadenas de suministro de transporte estén libres de explotación, lo que implica que no pueden garantizar que el producto sea transportado de forma segura. Hago un llamamiento a todas las multinacionales de la industria alimentaria y de las bebidas para que colaboren con la UITA, la ITF y la FNV-VNB para conseguir que los consumidores de toda Europa reciban productos transportados a través de una cadena de suministro que garantiza la seguridad y los derechos de los trabajadores y las trabajadoras”.
El secretario de Transporte Interior de la ITF, Noel Coard, pide a las empresas de transporte y a sus clientes, incluidas las grandes multinacionales, que tomen medidas y pongan fin a la explotación que ha puesto al descubierto esta investigación.
“En lugar de respetar a estos camioneros, las empresas multinacionales no saben o no les interesa lo que realmente sucede en el transporte que subcontratan. Muchos clientes multinacionales exigen precios más baratos, y las empresas de transporte acceden y bajan los precios, pero a costa de explotar a los conductores y de poner en peligro la seguridad vial. Esto tiene que acabar”, sentenció Coard.
“No hay ninguna multinacional que transporte mercancías en la UE que pueda garantizar que en su cadena de suministro no suceden estos problemas. Por ello, nuestro mensaje a las empresas de transporte y a sus clientes es simple: o bien forman parte de la solución, en cuyo caso los felicitaremos, o forman parte del problema, en cuyo caso les exigiremos responsabilidades”, concluyó Coard.
FIN
CONTACTO:
VNB: Edwin Atema, investigador principal, +31 6 51610350 o edwin.atema@fnv.nl
ITF: Luke Menzies, director de Comunicaciones de la ITF, +61 433 889 844 o media@itf.org.uk
NOTAS PARA REDACTORES:
El informe Pandemic of exploitation in European trucking puede descargarse en formato PDF aquí.
El documental The pandemic in road transport puede verse aquí.
Acerca de la ITF: La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) es una federación sindical mundial democrática, compuesta por cerca de 700 sindicatos de trabajadores y trabajadoras del transporte que representan a unos 20 millones de trabajadores y trabajadoras en 150 países. La ITF trabaja para mejorar la vida del personal del transporte en todo el mundo, fomentando y organizando la solidaridad internacional entre su red de sindicatos afiliados. La ITF representa los intereses de los sindicatos de los trabajadores y las trabajadoras del transporte ante las instancias que adoptan las decisiones que afectan a los puestos de trabajo, las condiciones laborales y la seguridad en el sector del transporte.
Acerca de la FNV-VNB: La fundación VNB fue establecida hace 26 años por el sindicato holandés FNV. La VNB se encarga de investigar las cadenas de suministro y las empresas de transporte con el objetivo de hacer cumplir los derechos laborales.
Acerca de la UITA: La Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agricultura, Hotelería, Restaurantes, Catering, Tabaco y Afines (UITA) es una federación internacional de sindicatos que representan a trabajadores y trabajadoras empleados en la agricultura y las plantaciones; la preparación y fabricación de alimentos y bebidas; hoteles, restaurantes y servicios de catering; y todas las etapas de la elaboración del tabaco. La UITA está compuesta por 427 sindicatos afiliados en 127 países, que representan a más de 10 millones de trabajadores y trabajadoras.
Post new comment