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Su historia: los marinos en huelga de hambre en Tilbury que buscan regresar a casa

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Tras cuatro meses sin salario y 48 horas sin alimentos, 47 marinos frente a la costa del Reino Unido están desesperados por regresar a casa.

La tripulación, mayoritariamente india, se encuentra a bordo del buque de pasaje Astoria. A mediados de junio, tras semanas de peticiones infructuosas a sus empleadores, iniciaron una huelga de hambre para exigir los salarios que se les debían y la repatriación.

Una vez comenzada la huelga de hambre, la situación avanzó rápidamente. El director general de Cruise and Maritime Voyages (CMV), que administra el Astoria, aseguró a la tripulación que se atenderían sus reclamos.

Posteriormente, las autoridades británicas encargadas de la supervisión por el Estado rector del puerto subieron a bordo y detuvieron el buque ante la sospecha de contravenciones al Convenio sobre el Trabajo Marítimo. La Agencia Marítima y de Guardacostas intervino y detuvo el Astoria y otros cuatro buques de CMV en los puertos de Tilbury (Londres) y Avonmouth (Bristol). Se alertó a las autoridades, que adoptaron medidas antes de que la compañía pudiera dirigir al Astoria a su puerto de base en Portugal, donde habría pocas posibilidades de repatriación de los tripulantes.

Los 47 tripulantes en huelga están entre los más de 200.000 marinos atrapados en buques en todo el mundo sin poder regresar a casa debido a la pandemia de COVID-19. El número de marinos varados en Tilbury y Bristol —en los buques Astor, Astoria, Columbus, Magellan, Vasco da Gama y Marco Polo— asciende a 1.449. Entre ellos hay ciudadanos de Indonesia, India, Birmania y Mauricio.

A la imposibilidad de darse de baja y regresar a casa debido a la crisis del cambio de tripulaciones se añade el impago de salarios por parte de CMV, sobre el que los marinos no han recibido explicaciones.

Uno de los tripulantes, Arjuna (nombre ficticio), que participó en la huelga de hambre, habló sobre la interrupción del pago de salarios a la tripulación apenas comenzada la pandemia. CMV se vio obligada a suspender su temporada de servicio a escala mundial cuando los buques se encontraban en Indonesia a comienzos de marzo. Fue en ese momento que las “asignaciones familiares”, la porción del salario de la gente de mar que se envía a su familia, también se vieron interrumpidas.

La esposa de Arjuna se encuentra en su país de origen, India. Es diplomada en ingeniería, pero no tiene trabajo. Vive con su suegra, que gana algo de dinero trabajando como empleada doméstica. Las dos se preguntan cuándo volverá Arjuna a casa.

Como mucha gente de mar, Arjuna es el que mantiene a la familia. Lo ha hecho desde una edad temprana, puesto que su padre falleció cuando él tenía tan solo cuatro años. Para mantener a su familia, Arjuna se formó y trabajó en hoteles antes de hacerse a la mar en 2007.

“Estoy preocupado por mi familia”, señaló. “Me preocupa que cuando regrese a casa no haya trabajo. Pero, si la compañía me paga todos mis salarios, tendremos suficiente dinero para arreglárnoslas durante cinco o seis meses”.

Arjuna señala que muchos de sus compañeros de a bordo están en peor situación que él. “Algunos tienen que pagar préstamos elevados; otros no pueden costearse la medicación de su familia”, indicó.

¿Quiénes son estos marinos? ¿Cuáles son sus preocupaciones, y cuánto tiempo llevan luchando?

La correspondencia reenviada a la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte muestra cómo el silencio de la compañía ante sus reivindicaciones los llevó a la desesperación. A comienzos de junio, uno de los tripulantes escribió: “Necesitamos urgentemente apoyo financiero… Estamos muy preocupados por nuestras familias, que dependen en gran medida de nosotros para pagar las cuotas de nuestros préstamos, la educación de nuestros hijos y los gastos médicos”.

En esa correspondencia, la compañía de cruceros no daba ninguna explicación de por qué se había interrumpido el pago de los salarios de la tripulación, lo cual suscitó la sospecha de que podría estar teniendo dificultades financieras. La tripulación del Astoria leyó noticias en los medios en las que se indicaba que el operador del buque, CMV, no había logrado obtener un préstamo de 25 millones de libras esterlinas del banco Barclays la semana pasada. Arjuna sospecha que la compañía está utilizando los salarios de los tripulantes para mantenerse a flote.

Un tripulante que escribe desde el buque señaló: “La mayoría de nosotros hemos finalizado nuestro contrato, y se ha retenido nuestro salario. ¿Para qué... y por qué? Lo único que nos dicen es que están haciendo intentos”, escribió el tripulante. “Lo que nos preocupa es que ya han pasado más de 90 días. ¿Por qué están tardando tanto? La verdad es que no sabemos si la compañía está realmente intentando repatriarnos”.

La urgencia detrás de las inquietudes de la tripulación no se debe únicamente a la necesidad de volver a casa, los salarios impagos y la falta de comunicación. La situación de abandono en el mar está afectando el bienestar físico y mental de los tripulantes. El primer cocinero, un hombre de unos 40 años, murió de un ataque al corazón. Algunos tripulantes se están quedando sin medicamentos a bordo. Un tripulante incluso intentó quitarse la vida. Sus compañeros de a bordo dicen que les preocupa que haya otros intentos.

Cada vez más preocupados y desesperados por obtener respuestas, los tripulantes del Astoria crearon cuentas en Gmail y Twitter y publicaron un video en YouTube. Apelaron directamente tanto al primer ministro de la India como al del Reino Unido a través de Twitter: “Escuchen nuestras voces... Necesitamos ayuda antes de que haya más muertes a bordo. Salven vidas. Ayúdennos a regresar a casa sanos y salvos”.

Cuando la solicitud de la tripulación alcanzó el ámbito digital, su voz llegó muy lejos. El periódico The Guardian, la BBC y Sky se apresuraron a cubrir la huelga de hambre que estaba teniendo lugar. ¿Cuál era la historia que esta gente de mar varada quería contar? ¿Y cómo iba a resolver la situación CMV?

Públicamente, la dirección de CMV aseguró que la compañía estaba trabajando con las autoridades británicas e indias para organizar un vuelo chárter de repatriación. Se pagarían todos los salarios, aseguraron a la tripulación. Explicaron que los cierres de fronteras debido a la pandemia de COVID-19 habían complicado la repatriación. Pero ¿qué esfuerzos habían realizado en realidad? ¿Y cuándo se pagarían exactamente los salarios pendientes?

“Es la COMPAÑÍA [énfasis del autor de la declaración] la que los llevará de regreso a casa. No obstante, necesitamos el permiso de aterrizaje de sus Gobiernos para las líneas aéreas. Según tengo entendido, eso sucederá ahora”, escribió un gerente de CMV en mensajes de correo electrónico enviados a la tripulación y reenviados a la ITF.

Los tripulantes se muestran escépticos, en especial en lo que respecta al dinero que la compañía les debe. Arjuna señaló que su familia es lo que más le preocupa. Se están quedando sin ahorros desde que se interrumpieron las asignaciones familiares.

“Si supiera que le está llegando dinero a mi familia, no tendría problema en quedarme un poco más en el buque mientras nos encuentran vuelos de regreso a casa”, señaló Arjuna.

La ITF lleva ya unas semanas en comunicación con la tripulación del Astoria, que en su mayoría está representada por FIT-CISL, afiliada italiana de la ITF. Juntas, la ITF y FIT‑CISL han estado trabajando entre bastidores con la compañía y las embajadas de los países de origen de la gente de mar para elaborar un plan de repatriación.

El inspector de la ITF Liam Wilson subió a bordo del Astoria —y de los otros buques de CMV después de que fueran detenidos— para verificar que la tripulación estuviera bien y ponerla en contacto con los servicios de asistencia. Liam cuenta con el apoyo de Finlay McIntosh, supervisor de la coordinación del Cuerpo de Inspectores de la ITF, quien también ha estado en comunicación con la tripulación”.

“Las tensiones aumentan”, señaló McIntosh. “Si no hay ninguna medida ni garantía por parte de la compañía de al menos pagar parte de los salarios pendientes, esta situación podría empeorar muy rápido y extenderse a otros buques. En ese caso habrá miles de marinos tomando medidas en el puerto de Tilbury, en Londres (Reino Unido), y los tripulantes recibirán con toda la razón mucho apoyo de otros trabajadores, la comunidad y los medios de comunicación.

"Obviamente, los tripulantes están desesperados por volver a casa”, indicó McIntosh. “Pero dicen que adoptarán nuevas medidas si la compañía no cumple con sus obligaciones contractuales. Estamos aquí para apoyarlos en lo que consideren correcto hacer para obtener su remuneración, abandonar el buque y regresar a sus hogares. Estamos aquí para ayudarlos a lo largo de todo el proceso”, señaló.

La tripulación del Astoria ha entablado un diálogo con el director general de CMV. Los cinco buques detenidos han sido abarloados en la terminal de pasajeros de Tilbury, pero la tripulación no bajará hasta no haber recibido la totalidad de sus salarios pendientes. Permanecer a bordo de un buque valorado en millones de dólares es una de las armas más importantes con las que cuenta la tripulación. Y aún podrían iniciar una nueva huelga de hambre.

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