Los repartidores de Deliveroo emprenderán una acción coordinada a nivel internacional en protesta por los planes de la empresa de beneficiarse de una oferta pública inicial (OPI) de acciones mientras que a ellos les niegan sus derechos básicos.
El 26 de marzo iniciarán varias acciones a nivel internacional contra Deliveroo, la deficitaria empresa de plataforma con el mayor índice de protestas en el mundo, con el fin de exigir cuentas a la compañía por la forma en que trata a sus repartidores.
Las acciones planificadas son las siguientes:
- En Australia, donde existen dos causas judiciales pendientes contra Deliveroo por despidos injustificados y robo de salarios, los repartidores harán huelga y realizarán una protesta pública en la icónica Ópera de Sídney.
- En las ciudades francesas de Burdeos, Toulouse y Lyon, los repartidores están organizando acciones a nivel local, que incluyen desde desconectarse de sus cuentas en la plataforma durante el día hasta distribuir panfletos a repartidores y clientes.
- En Italia, habrá una jornada nacional de acción en todas las plataformas: los repartidores de 30 ciudades se comprometieron a no iniciar sesión en sus cuentas en ninguna aplicación de reparto durante todo el día.
- En el Reino Unido, donde Deliveroo tiene su sede principal y pretende comenzar a cotizar en la Bolsa de Comercio de Londres, un grupo autoorganizado de repartidores ha convocado a una huelga para el 28 de marzo. Además, los repartidores afiliados al Sindicato de Trabajadores Independientes de Gran Bretaña han votado a favor de hacer huelga el día 7 de abril, es decir, el día de su salida a bolsa.
El maltrato por parte de Deliveroo hacia sus trabajadores y trabajadoras es tan evidente que esta semana Aviva, uno de los mayores inversores del Reino Unido, señaló que ese es el motivo por el que no invertiría en la empresa. La administradora de fondos británica Aberdeen Standard también dijo que evitará la OPI de Deliveroo, en parte debido a que le preocupan las prácticas de empleo de la empresa.
El prospecto de la OPI de Deliveroo contiene 24 páginas de riesgos identificados, incluida una larga lista de causas judiciales prácticamente en todos los países en los que opera la empresa. El documento admite que “no puede garantizarse el éxito continuo de la defensa” de su modelo falaz de empleo independiente. Asimismo, señala que los procesos judiciales en curso relativos a la condición de trabajadores podrían “afectar nuestra capacidad para seguir operando”. Esto no es más que un reconocimiento ante los inversores de que el modelo de negocios actual de Deliveroo se basa en la explotación de los repartidores.
“Nadie quiere trabajar tantas horas a la intemperie sin las protecciones básicas, es decir, salario mínimo, vacaciones y licencia por enfermedad remunerada. Sin embargo, esa es la realidad cotidiana de los repartidores de Deliveroo”, afirma Stephen Cotton, secretario general de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF). “El consejero delegado de Deliveroo, Will Shu, se ha referido a los repartidores como ‘héroes’ durante la pandemia. Las acciones dicen mucho más que las palabras; por ende, debería hacer lo correcto y otorgar a los repartidores los derechos que toda persona trabajadora merece”.
En el marco de su seductora ofensiva para la salida a bolsa, Deliveroo anunció la creación de un fondo de 16 millones de GBP del que los repartidores recibirán un pago único a modo de “retribución” por haber hecho posible que su negocio funcione. Sin embargo, la mayoría de los repartidores solo recibirán pagos muy pequeños. “Llevo cuatro años trabajando para Deliveroo y durante ese tiempo mi remuneración ha sido recortada una y otra vez sin que yo pudiera cuestionar esos recortes”, dice Marcelo Batista, repartidor de Deliveroo y miembro del Sindicato de Trabajadores del Transporte de Australia. “Me dijeron que había entregado más pedidos que el 90 % de los repartidores, pero voy recibir el segundo monto más bajo de los pagos de la oferta pública inicial de acciones. El esquema de ‘bonificaciones’ es una farsa al igual que el modelo empresarial de Deliveroo”.
Debido a que están clasificados incorrectamente como contratistas autónomos, los repartidores de Deliveroo tienen muy poca estabilidad laboral. Son vulnerables a los despidos sin justificación o sin el debido proceso, y tienen pocas opciones para disputarlos.
Los repartidores también están preocupados por su salud y seguridad, dado que el sistema de pago a destajo de Deliveroo los obliga a trabajar jornadas más largas y asumir más riesgos en la carretera, a menudo por una paga inferior a un salario mínimo. Esta misma semana, murió otro repartidor en Francia mientras hacía una entrega. Debido a la falta de prestaciones sociales por parte de la empresa, su familia se ha visto en la necesidad de hacer una colecta para poder costear su funeral.
Las medidas de protesta que llevarán a cabo los repartidores el 26 de marzo se dan después del histórico cambio radical que debió hacer Uber tras conocerse el fallo de la Corte Suprema británica, que obliga a la empresa a reconocer la condición de empleados de sus conductores y conductoras y a concederles los beneficios que esto automáticamente les confiere. Mientras tanto, la Comisión Europea está realizando una consulta sobre los derechos de los trabajadores y las trabajadoras de la economía de microtareas que probablemente ponga aún más en tela de juicio la viabilidad del modelo comercial predatorio de Deliveroo.
En Irlanda, a raíz de la muerte de un repartidor en agosto y una huelga en enero, el vice primer ministro Leo Varadkar se comprometió a introducir medidas para atender las reivindicaciones de los repartidores.
En los Países Bajos, Deliveroo deberá volver a los tribunales el 14 de abril para conocer si el convenio colectivo que cubre al personal logístico se aplicará a sus repartidores, tal como lo sugirió un tribunal en un fallo anterior en 2019. En febrero, los tribunales de Ámsterdam dictaminaron que los repartidores de Deliveroo son, de hecho, empleados.
La ITF apoya a la red #Rights4Riders, una coalición internacional de repartidores de Deliveroo que encabeza las acciones del 26 de marzo, como parte de su compromiso de aumentar los niveles de sindicalización entre los trabajadores y las trabajadoras de plataformas. En noviembre, la ITF publicó su decálogo de principios para empleadores en la economía de las microtareas, que sirven como hoja de ruta para acabar con la explotación en la economía de los pequeños encargos.
Para solicitar una entrevista, póngase en contacto con Dalila Mahdawi en mahdawi_dalila@itf.org.uk o media@itf.org.uk
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