Declaración conjunta de la Cámara Naviera Internacional (ICS) y la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF)
Alrededor del 90 por ciento del comercio mundial se desplaza mediante el transporte marítimo, que es parte vital de la economía mundial, y depende de los 2 millones de marinos y personal marino del mundo que operan los buques mercantes a escala mundial.
Teniendo en cuenta la continuación prevista de las restricciones de viaje y vuelo, existe una necesidad urgente de que los Gobiernos aborden el grave problema de facilitar los cambios de las tripulaciones de los buques. Sin medidas coordinadas a escala mundial, el flujo eficiente de las importaciones y exportaciones transportadas por mar se verá en peligro, lo cual tendrá repercusiones negativas en la resiliencia de las economías nacionales a lo largo de la crisis del COVID-19.
Si bien es correcto que los Gobiernos se centren en la emergencia inmediata de salud pública que supone el COVID-19, no debemos olvidar que, entre otras actividades importantes desde el punto de vista económico, los buques mercantes transportan los suministros médicos, los alimentos, la energía y las materias primas del mundo, además de los productos manufacturados y los componentes que, debido a las complejas cadenas de suministro mundiales, son necesarios para que las economías nacionales funcionen de manera eficaz y para la preservación de los puestos de trabajo.
El 30 de marzo de 2020, los ministros de comercio e inversiones del G20 declararon: “Nos cercioraremos del funcionamiento correcto y continuo de las redes logísticas que constituyen el eje principal de las cadenas de suministro mundiales. Estudiaremos las maneras de que las redes logísticas de carga aérea, marítima y terrestre permanezcan abiertas, así como las maneras de facilitar la circulación esencial del personal sanitario y comercial a través de las fronteras, sin socavar los esfuerzos para prevenir la propagación del virus”.
Lo esencial para cumplir con esta declaración del G20 sería que los Gobiernos se cercioraran del funcionamiento continuo del sistema de transporte marítimo mundial mediante la facilitación de la circulación esencial de la gente de mar y el personal marino del mundo, incluida la capacidad de realizar los cambios de tripulaciones.
A medida que continúa la pandemia de COVID-19, deseamos señalar a la atención de los líderes y ministros del G20 las medidas recomendadas a los Gobiernos para facilitar los cambios de tripulaciones en los puertos, divulgadas por la Organización Marítima Internacional (OMI) de las Naciones Unidas bajo la Circular Nº 4204/Add 6, de fecha 27 de marzo de 2020.[1]
Esas exhaustivas recomendaciones incluían la designación de gente de mar y personal marino profesionales, independientemente de su nacionalidad, como “trabajadores esenciales” que prestan un servicio esencial, y les concedían las exenciones adecuadas respecto a las restricciones nacionales de viaje o circulación, a fin de permitirles incorporarse a los buques o darse de baja. Esas recomendaciones están plenamente en consonancia con la orientación proporcionada a los Gobiernos por la Organización Mundial de la Salud, y complementadas por la declaración tripartita publicada el 31 de marzo por la Organización Internacional del Trabajo.[2]
Instamos a los líderes y ministros del G20 a que hagan todo lo que esté a su alcance para cerciorarse de que esas recomendaciones a los Gobiernos se apliquen al pie de la letra.
Además de las numerosas restricciones de viaje y los desafíos relacionados con los protocolos de inspección sanitaria y de inmigración que afectan a los marinos y al personal marino, lo cual constituye un obstáculo apremiante a los cambios de tripulaciones – que son fundamentales para que las actividades de transporte marítimo continúen de manera segura y eficiente –, se añade la actual suspensión de vuelos desde muchos de los aeropuertos del mundo.
Por motivos humanitarios – y la necesidad de cumplir con las normas internacionales sobre seguridad y empleo – los cambios de tripulaciones no pueden posponerse indefinidamente.
Cada mes (en circunstancias normales) alrededor de 100.000 marinos deben ser sustituidos en los buques donde trabajan, a fin de cumplir con las normas marítimas internacionales pertinentes para proteger la salud, la seguridad y el bienestar, y garantizar, entre otras actividades, el transporte marítimo de mercancías y productos esenciales en condiciones seguras.
La industria del transporte marítimo mundial reconoce que las restricciones y los protocolos sanitarios que actualmente se aplican en muchos de los Estados en relación con el transporte aéreo, la circulación de las tripulaciones de los buques y su embarco y desembarco en los puertos, suponen que podría ser necesario posponer al menos hasta mayo de 2020 muchos de los cambios de tripulaciones, y posiblemente por un período más largo.
No obstante, decenas de miles de marinos, cuyos períodos de servicio han llegado a su fin, ya están esperando para ser repatriados, y podríamos llegar pronto a un punto en el que las Administraciones de los Estados de pabellón ya no estuvieran dispuestas a conceder ampliaciones para que los marinos permanecieran a bordo de sus buques.
Otra gran preocupación para la industria es que las restricciones que se han introducido han tenido como consecuencia que miles de marinos se encuentren en el mar durante varios meses y esto, sumado a unas tareas exigentes, tanto física como mentalmente, aumenta en forma exponencial el riesgo de que ocurran accidentes y desastres marinos, lo cual es un panorama desalentador para una economía mundial ya de por sí frágil y exprimida.
Por consiguiente, se requiere una estrategia mundial para brindar la cooperación necesaria entre los organismos especializados pertinentes de las Naciones Unidas, los Gobiernos y otras partes interesadas pertinentes, incluidas las principales aerolíneas, a fin de facilitar la circulación y el cambio de las tripulaciones de los buques tan pronto como sea posible.
Como medida inmediata, instamos a todos los Gobiernos a que identifiquen los puertos en sus países, y los aeropuertos cercanos correspondientes, desde los cuales se puedan realizar los cambios de tripulaciones lo antes posible, y a que informen en consecuencia a la OMI y a la Organización de Aviación Civil Internacional.
También instamos a los Gobiernos, en caso de emergencias médicas, a que proporcionen a la gente de mar visitante acceso a tratamiento médico de emergencia en tierra, y, si fuera necesario, a que faciliten la repatriación de emergencia según se estipula en el Convenio sobre el trabajo marítimo, 2006, de la OIT.
Pedimos, asimismo, con carácter urgente, que las autoridades nacionales se pongan en contacto inmediatamente con su asociación nacional de armadores, sindicatos de marinos y otras partes interesadas pertinentes, a fin de examinar las soluciones a este grave problema de llevar a cabo los cambios de tripulaciones, que de lo contrario pone en riesgo los esfuerzos colectivos para abordar la pandemia de COVID-19, y a su vez permitir que las cadenas de suministro mundiales continúen funcionando.
También sugerimos que la creación de un equipo especial del G20 sobre la cuestión de los cambios de tripulaciones contribuiría en gran manera a una respuesta eficaz a la pandemia del coronavirus.
Entendemos que este es un momento difícil para los Gobiernos, y acogemos con beneplácito el ejemplo ya dado por el G20 al reconocer la importancia del transporte marítimo. Estamos preparados para colaborar con el G20 a fin de garantizar que las cadenas de suministro mundiales puedan continuar funcionando, y que se pueda encontrar una solución al desafío complejo de facilitar los cambios de tripulaciones en los buques que operan a escala mundial.
Guy Platten, Secretario general, ICS Stephen Cotton, Secretario general, ITF
[1] http://www.imo.org/es/MediaCentre/HotTopics/Documents/Circular%20n%C2%BA%204204-Add.6.pdf
[2] https://www.ilo.org/global/standards/maritime-labour-convention/special-tripartite-committee/WCMS_740130/lang--en/index.htm (sólo en inglés)
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