Activistas de la India, Francia, Corea del Sur, el Reino Unido, Japón y Turquía tomaron medidas de solidaridad y enviaron mensajes a las embajadas tailandesas de sus países.
Los siete dirigentes de la Unión Estatal de Ferrocarriles de Tailandia (SRUT) fueron despedidos por llevar a cabo una campaña a favor de la seguridad en la compañía, pero fueron restituidos. Sin embargo, a pesar de haber sido declarados inocentes, el Tribunal Supremo tailandés les impone una multa inasumible, de 24 millones de baths (726 116 USD).
La semana pasada, una delegación de alto nivel de la ITF viajó a Tailandia y se reunió con representantes del Ministerio de Transporte, del Ministerio de Trabajo y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para pedir justicia para estos trabajadores, que llevan diez años de lucha.
Sawit Kaewvarn, presidente de SRUT, afirma: "Agradecemos el apoyo y los esfuerzos de la ITF y sus sindicatos. Nos mantiene fuertes y nos ayudan a ganar algunas batallas en esta lucha que dura ya una década. No retrocederemos porque sabemos que no hemos hecho nada malo, y estoy seguro de que esta misión de la ITF contribuirá a conseguir que finalmente se haga justicia".
El responsable de Transporte por Carretera de la ITF, Noel Coard, comenta que las reuniones con el Gobierno tailandés resultaron positivas, pero que ahora tienen que poner en práctica sus palabras y demostrar que Tailandia respeta los derechos sindicales.
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