Aunque la economía de Australia depende completamente de la aviación, el Gobierno de Morrison todavía no ha planteado una prórroga de las ayudas más allá de marzo. El programa nacional JobKeeper termina a final de mes y no parece que haya visos de ampliación, pese a que las consecuencias del COVID-19 persisten en el sector.
“No se puede no actuar”, comentó a ABC NewsRadio Scott McDine, de la ITF, que añadió: “Australia tiene una enorme dependencia del comercio y los viajes internacionales. Ya estamos casi a finales de mes y el Gobierno aún no ha tomado una decisión… de hecho, ni siquiera sabemos si va a tomarla”.
Australia se queda atrás
El pasado miércoles (3 de marzo), McDine presentó un nuevo informe ante una audiencia de un comité del Senado australiano. El documento señala el retraso de Australia en materia de ayudas al sector en comparación con otros países. Australia ha gastado en torno al 0,136 % del PIB en ayudas a la aviación, una cifra que la sitúa en la parte inferior de la clasificación, por debajo de otros muchos países (según el informe, el valor mediano de las ayudas es del 0,11 % y el máximo es del 1,74 % del PIB, siendo el promedio 0,24 %).
McDine compara los datos de Australia con los de Singapur: “La prueba está en los resultados”, indicó a ABC. “Los empleos perdidos en las principales aerolíneas han sido aproximadamente la mitad de los de Australia. Su pérdida de empleo es de un 15 %, mientras que la nuestra supera el 31 %. Debemos mejorar”.
A McDine le preocupa la ralentización de la recuperación económica de Australia por la pérdida de competencias y experiencia que podría sufrir el sector de la aviación hasta que se reanude su actividad. Si no se decide con prontitud prorrogar el programa JobKeeper, al menos para la aviación, es probable que esta situación empeore drásticamente, sobre todo para los trabajadores y las trabajadoras de la aviación del país.
“Australia es una nación insular, geográficamente alejada y muy extensa”, señaló. “Dada la desesperada situación del sector de la aviación, es absolutamente imprescindible que actuemos por el bien del conjunto de la economía”.
El de Singapur, un planteamiento más acertado
La principal diferencia entre las respuestas ante la pandemia de COVID-19 por parte de Singapur y Australia ha radicado en la priorización de sus sectores. Australia ha puesto en práctica un enfoque generalista, y su programa JobKeeper se ha aplicado del mismo modo a los distintos sectores. Singapur, en cambio, adoptó un planteamiento de tres niveles que otorgaba mayor prioridad a los sectores con más incidencia en la economía. Por motivos obvios, la aviación se incluyó en el primer nivel, por lo que las aerolíneas de Singapur están ahora en una situación mucho más cómoda que las de Australia.
“Según la OCDE, de entre 28 países, Australia ocupa la posición 18.ª en materia de programas de ayudas públicas a la aviación”, afirmó McDine. “Tenemos que mejorar, de ahí que la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte pida que se prorroguen las prestaciones de AviationKeeper una vez que concluya el programa JobKeeper en marzo”.
Singapur ya ha prorrogado sus ayudas a la aviación otros seis meses. La indecisión o los retrasos en relación con los subsidios salariales por parte del Gobierno australiano podrían obstaculizar significativamente la capacidad de recuperación de la economía tras la pandemia.
Australia sale mal parada en las comparaciones
En el informe del Instituto McKell, encargado por la ITF, se indica: “El Gobierno australiano sale mal parado si se comparan sus ayudas con las que han ofrecido los Gobiernos de otros países”.
En este documento se expone que, antes de la pandemia, las dos principales aerolíneas australianas empleaban a 40 000 personas, a las que se sumaban otras 50 000 que trabajaban en aerolíneas más pequeñas y en la cadena de suministro. El turismo australiano empleaba a más de 600 000 personas, mientras que la educación superior tiene contratadas a 134 000 personas; ambos sectores dependen en gran medida de la aviación, al igual que otro buen número de empresas.
Los viajes internacionales con salida o destino en Australia se han reducido hasta desaparecer prácticamente, mientras que los vuelos nacionales han disminuido casi un 80 % (comparando octubre de 2020 con octubre del año anterior).
En el informe se señala que no cabe esperar una recuperación del sector de la aviación antes de la segunda mitad de 2021.