Las tripulaciones con base en Bélgica, Alemania, Italia, los Países Bajos, Portugal y España estarán en huelga durante 24 horas como respuesta a la negativa de la empresa a ofrecer un trato justo a su personal. Aunque se han llevado a cabo algunas negociaciones y se firmaron un puñado de acuerdos de reconocimiento sindical, la mayoría de las trabajadoras y los trabajadores de Ryanair aún no han visto ninguna mejora en sus salarios o condiciones laborales.
Estas huelgas se producen una semana después de la asamblea general anual de la compañía, en la que sindicatos y accionistas criticaron con dureza a Ryanair por su gestión de las negociaciones y su modelo global de gobernanza corporativa.
Antes de la asamblea general de accionistas, la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) y la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF) escribieron a los accionistas pidiéndoles que se opusieran a la reelección del presidente David Bonderman. Este llamado fue respaldado por empresas de asesoramiento accionarial y por algunos de los principales accionistas institucionales, todos los cuales comparten la preocupación por las repercusiones del anticuado modelo de gobernanza que aplica Ryanair en sus relaciones laborales.
Aunque Bonderman seguirá en el puesto, con la oposición de un tercio de los accionistas, su cargo de presidente es ahora insostenible. Las huelgas de esta semana son una prueba más de la falta de confianza de los trabajadores y las trabajadoras en que Ryanair se tome en serio sus reivindicaciones.
Además, a principios de este mes la compañía demostró, una vez más, su inmadurez al intentar cerrar un nuevo sindicato de tripulantes de cabina en Polonia. En lugar de entablar negociaciones de buena fe, Ryanair se negó a aceptar la existencia del sindicato y anunció que trasladaría a toda la tripulación a contratos de trabajo por cuenta propia a partir del próximo mes.
En este contexto de tensión en las relaciones laborales, la ITF y la ETF consideran que contar con una representación de los trabajadores a nivel de junta de administración, contribuiría en cierta medida a aliviar la situación. Esto ya se recomienda a las empresas en las últimas versiones del Código de Gobernanza Corporativa del Reino Unido, que la República de Irlanda también aplica unilateralmente.
La ITF y la ETF apoyan todas las movilizaciones laborales legales emprendidas por nuestras afiliadas, con el objetivo de conseguir un trato justo por parte de Ryanair. Si Ryanair no revisa sus prácticas de gobernanza corporativas y satisface las revindicaciones de los trabajadores y las trabajadoras, es probable que se convoquen nuevas huelgas en otoño.
Gabriel Mocho Rodríguez, secretario de Aviación Civil de la ITF, afirma: "Estas huelgas demuestran que, a pesar de su reciente retórica, Ryanair tiene un largo camino que recorrer antes de disfrutar de unas relaciones laborales sustentables. No pueden decir que las negociaciones van bien cuando los trabajadores y las trabajadoras de su red deciden hacer huelga simultáneamente en seis países".
"La semana pasada escuchamos en la asamblea general de accionistas las preocupaciones generalizadas sobre el modelo de negocio de Ryanair. Los accionistas quieren un cambio, y la representación de los trabajadores en la sala de juntas ayudaría a garantizar la gerencia ejecutiva recibe un nivel de crítica independiente mucho más saludable. Ryanair debe comenzar a operar en interés de todos sus partes integrantes".
François Ballestero, secretario Político de la ETF para Aviación y Turismo, dijo: "Nueve meses luego de anunciar que reconocería a los sindicatos, Ryanair no debería atravesar estos niveles de movilizaciones. Ryanair debe aceptar que este malestar no desaparecerá hasta que aborde los problemas fundamentales, y que los contratos de los trabajadores y las trabajadoras reconozcan explícitamente que se aplica la legislación nacional y la jurisdicción del país de su sede principal".
"Además, es fundamental que las tripulaciones disfruten de unos estándares equitativos, independientemente de si están empleados directamente por Ryanair o a través de una de sus agencias de trabajo. Uno de los principios fundamentales de nuestra campaña por un Transporte Justo es que ningún empleador puede renunciar a sus responsabilidades sociales a expensas de los trabajadores y de sus competidores responsables".
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