El impacto económico de la pandemia de COVID-19 está teniendo un efecto devastador en la industria del turismo a nivel mundial, especialmente en el Caribe, que podría ver un aumento de la pobreza entre los trabajadores y las trabajadoras. Los sindicatos afiliados a la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) de todo el Caribe celebraron hoy una cumbre virtual para crear conciencia sobre el impacto que sigue teniendo el COVID-19 sobre los puestos de trabajo y las comunidades de la región.
La ITF y sus 18 sindicatos afiliados exhortan a los Gobiernos y a los empleadores a cooperar con las organizaciones sindicales para elaborar e implementar un plan regional de recuperación que cumpla con los siguientes objetivos:
- Priorizar la protección del empleo
- Garantizar el acceso gratuito y universal a las vacunas
- Restablecer corredores de viaje seguros
A nivel mundial, la industria del turismo emplea a más de 300 millones de personas. Las restricciones de viaje han tenido un efecto devastador en las economías que dependen de los turistas. Muchos países del Caribe se basan en gran medida en el turismo como pilar esencial de sus economías e importante contribuyente al PIB, lo que a su vez genera el empleo que tanto se necesita en la región.
El turismo genera más de 59 000 millones de dólares estadounidenses al año en la región. Se estima que se han perdido 26 400 millones de dólares debido al impacto de la pandemia. Las estimaciones también sugieren que se han perdido más de 1,2 millones de puestos de trabajo.
Las pérdidas de empleo no han sido el único duro golpe: también se ha reducido significativamente el poder adquisitivo de los trabajadores y las trabajadoras, lo que supone un riesgo de pobreza generalizada y un estancamiento del crecimiento económico. Son fundamentales los planes de desarrollo y recuperación a largo plazo en la región.
Stephen Cotton, secretario general de la ITF, señaló: “El Caribe es demasiado importante como para ignorarlo, y tenemos el deber de proteger la infraestructura y los medios de vida de estos trabajadores, gracias a los cuales la región atrae cada año a millones de turistas. Necesitamos que los Gobiernos, los empleadores y los sindicatos elaboren un plan tripartito para la recuperación. Dadas las preocupaciones actuales de nuestros líderes, es evidente que necesitamos actuar ahora. La inversión en el desarrollo de la infraestructura de transporte regional es un buen punto de inicio”.
David Messiah, presidente de la Sección de Turismo de la ITF, agregó: “Mi preocupación es que las mujeres y los jóvenes trabajadores están sufriendo una cantidad desproporcionada de pérdidas de empleo. Estos son los mismos grupos de trabajadores tan esenciales para erradicar la pobreza en el Caribe y necesarios para la recuperación de la industria. Nuestros socios regionales deben trabajar con nosotros para restablecer corredores de viaje seguros y facilitar el acceso a las vacunas. Necesitamos un enfoque coordinado en todo el Caribe y no deberíamos depender de la acción particular de cada Estado, ya que esto solo aumenta la confusión. Debemos desarrollar un enfoque unificado que combine nuestros recursos”.
Edgar Díaz, secretario regional de la ITF, comentó: “Es de vital importancia que los trabajadores y las trabajadoras no se sientan obligados a vacunarse. La educación y el compromiso son claves si queremos fomentar la participación. Es por eso que establecer un enfoque tripartito es fundamental para el éxito, en lugar del miedo y la intimidación de los trabajadores”.
En la cumbre participaron líderes de organizaciones sindicales de Antigua y Barbuda, Barbados, las Bermudas, la República Dominicana, Guyana, Granada, Jamaica, Surinam, Santa Lucía y Trinidad.