Desde la caída de Augusto Pinochet en 1998, estos han sido los disturbios más graves en donde las fuerzas militares y policiales han arrestado a miles de personas en todo el país y cientos han sido baleados, heridos y golpeados durante las manifestaciones.
Las primeras protestas que estallaron por el aumento del 3.7 por ciento en las tarifas del metro, se han transformado en manifestaciones masivas contra la creciente desigualdad y una población que demanda mejores salarios, pensiones, educación, vivienda y servicios de salud.
Los disturbios llevaron al presidente Piñera a declarar un estado de emergencia en Santiago y en otras ciudades, y a desplegar 20,000 soldados en las calles. El presidente Piñera también ordenó el primer toque de queda militar desde que el país regresó a la democracia en 1990 luego de la dictadura derechista de Pinochet.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Derechos Humanos Independiente, 997 personas han resultado heridas, pero los médicos han acusado a las autoridades de ocultar las cifras reales. La Alta Comisión de la ONU sobre derechos humanos anunció que enviará un equipo para investigar las denuncias sobre las violaciones a los derechos humanos de los manifestantes.
El presidente de la ITF, Paddy Crumlin, condenó hoy las acciones represivas del gobierno y solicitó al presidente que se tomen las medidas necesarias para resolver la terrible crisis.
“Estamos profundamente alarmados de ver y escuchar informes de muertes, lesiones, violencia y denuncias del uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y de las fuerzas armadas. Las autoridades deben respetar el derecho a la libertad de expresión y la protesta pacífica de todas las personas sin temor a la persecución", afirmó Crumlin.
"La familia de la ITF a nivel global continuará uniéndose y apoyando a nuestros sindicatos afiliados, a las decenas de miles de trabajadores(as) del transporte y a los(as) cientos de miles de trabajadores(as) que están en huelga y protestando en las calles contra las políticas neoliberales del gobierno del presidente Sebastián Piñera”, dijo Crumlin.
La ITF demandó hoy al presidente Piñera que se establezca un diálogo inmediato con los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil para resolver la fatal crisis que ha afectado a la nación.
“El presidente debe escuchar a la gente y sus justas demandas e intentar encontrar una solución pacífica que restablezca los derechos sociales que los(as) trabajadores(as) en Chile están exigiendo. Si el presidente Piñera no aborda la creciente ola de descontento en todo el país que las políticas neoliberales han creado, no tiene más remedio que renunciar y convocar a elecciones", finalizó Crumlin.
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