Luego de tres años participando como observadora en todas las reuniones del Comité Ejecutivo y planteando las preocupaciones de las mujeres por los derechos laborales y la ausencia de representación sindical, Sheela Naikwade se convirtió en la primera mujer elegida para formar parte del Comité Ejecutivo, compuesto por 31 miembros. El 5 de abril asistió a su primera reunión en calidad de miembro. En ella, el Ejecutivo decidió por unanimidad reservar dos puestos a las mujeres en cada nivel de la organización, desde las terminales a la escala nacional.
En la asamblea general anual del MSTKS, celebrada el 5 de abril, Sheela Naikwade declaró: “Cuando no había más que hombres en el seno del MSTKS, era demasiado difícil para las mujeres plantear abiertamente de sus problemas en el trabajo y, cuando se atrevían, rara vez se las tomaban en serio”.
“Creía firmemente que debía dar un paso adelante y servir de voz para expresar las inquietudes de las trabajadoras. Haber logrado que las mujeres tengamos un lugar en los puestos decisorios supone un impulso muy gratificante en el camino hacia la justicia para las trabajadoras, luego de años de luchar duramente por ello”.
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Hanumant Tate, secretario general del MSTKS, enérgico defensor de los derechos de las mujeres y de su militancia sindical, afirmó que las mujeres continúan enfrentándose a demasiadas barreras y que contar con más mujeres en puestos de responsabilidad ayudará al sindicato a lograr avances reales hacia la solución de los problemas que afrontan y lo fortalecerá para luchar y obtener los derechos que beneficiarán a todos los trabajadores, hombres y mujeres, de la compañía Maharashtra State Road Transport Corporation (MSRTC)
Hace relativamente poco que las mujeres trabajan en el sector de los autobuses en la India. En la actualidad, sólo 8000 de los 110 000 empleados que trabajan en la MSRTC son mujeres, pero la compañía se ha comprometido a contratar un 30 %.
Antes de la asamblea general, Naikwade y la coordinadora adjunta de las mujeres de la ITF, Jodi Evans, ofrecieron un curso de una semana de duración, financiado por organizaciones donantes, para impulsar la militancia de las mujeres en la lucha sindical contra la privatización y la violencia de género.
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