El 19 de noviembre, con motivo del Día Mundial del Retrete, la ITF celebró un foro virtual para debatir la problemática de la falta de acceso a inodoros que padece el personal de transporte por carretera, ferroviario, urbano y de almacenes. El foro, que prestó especial atención a las mujeres, congregó a trabajadores y trabajadoras del transporte de 47 sindicatos de 33 países.
“El acceso seguro a unas instalaciones sanitarias dignas —y sobre todo la posibilidad de utilizarlas cuando se necesitan— es una cuestión que afecta a los trabajadores y las trabajadoras del transporte de todo el mundo”, explica Lana Payne, miembro del Comité Ejecutivo de la ITF.
Los trabajadores y trabajadoras expusieron las indignidades que se ven obligados a soportar cada vez que tienen que hacer sus necesidades durante sus largos turnos de trabajo, por tener un acceso limitado o nulo a un inodoro. Los maquinistas de tren de la India contaron que, ante la falta de baños, no les queda más remedio que “no comer ni beber durante los turnos”. En Brasil, el personal ferroviario recurre a “usar pañales para adultos y a orinar en botellas”.
La pandemia de COVID-19 no ha hecho sino agravar los problemas que la mano de obra viene padeciendo desde hace ya mucho tiempo. Dado que el transporte es un servicio esencial, sus trabajadores y trabajadoras están en primera línea desde que comenzó la crisis, expuestos al virus, a menudo sin poder acceder a instalaciones sanitarias.
Antes de 2020, los trabajadores del transporte suplían la falta de baños utilizando los servicios de cafeterías y restaurantes. Sin embargo, al cerrar estos establecimientos debido a los confinamientos nacionales, se han visto obligados a hacer sus necesidades en arbustos o en las cunetas.
“Solemos pensar que la falta de acceso seguro a un baño es un problema no europeo. La gente se sorprende cuando se entera de que es una realidad que padecen los trabajadores y las trabajadoras del transporte en toda Europa. El COVID-19 ha empeorado la situación, y ahora, por ejemplo, a muchos camioneros, al llegar a su destino, ni siquiera se les permite utilizar los servicios de aseo del lugar donde entregan la mercancía que transportan”, explica Edwin Atema, miembro del Comité Ejecutivo de la ITF.
Este problema afecta de forma especial a las mujeres que trabajan en el transporte, ya que muchos centros de trabajo carecen aún de baños separados para ellas. Esto las expone a riesgos de violencia de género y a diversas enfermedades, lo que a su vez levanta barreras a su empleo en la industria del transporte.
En el foro se expuso que, en Kenia, “los trabajadores de matatu se ven obligados a utilizar los baños de los restaurantes que encuentran a lo largo de su ruta. Como, a menudo, para usar esos retretes hay que consumir algo, los conductores se detienen en los restaurantes más baratos, cuyos baños suelen estar en condiciones antihigiénicas y, en algunos casos, inseguras —sobre todo para las mujeres transportistas, que van al baño en grupos de dos o tres después de que una mujer fuera violada—”.
El personal de almacenes padece problemas similares. Un trabajador turco explicó: “Antes de que llegara el sindicato, nuestra empresa solía exigir a los empleados que limpiaran los retretes, pero el sindicato insistió en que la empresa contratara un servicio de limpieza. En muchos almacenes de Turquía los retretes son unisex, pero muchos de ellos están diseñados para el cuerpo de los hombres y no tienen en cuenta a las mujeres. Por ejemplo, muchos retretes carecen de recipientes donde arrojar los productos higiénicos”.
El foro acordó reclamar a los empleadores medidas que garanticen el acceso a los servicios de aseo a los que tienen derecho los trabajadores y las trabajadoras. Las personas que participaron en el foro acordaron redactar una carta abierta dirigida a los empleadores en la que se expresa la urgencia de garantizar el acceso a unos servicios dignos durante la pandemia de COVID‑19.
Se convino en que proporcionar a todos los trabajadores y trabajadoras del transporte unas instalaciones sanitarias y de aseo dignas es hoy más importante que nunca. Esto debe ir acompañado de políticas que permitan al personal utilizar dichas instalaciones sin temor a represalias.
En su Carta por el derecho de los trabajadores y las trabajadoras del transporte al saneamiento, la ITF pide a los Gobiernos, empleadores y organismos internacionales que adopten medidas a escala mundial para que todos los trabajadores y las trabajadoras del transporte tengan acceso seguro a unos baños dignos. En respuesta a la crisis del COVID‑19, la ITF lanzó una serie de reivindicaciones por el acceso seguro a instalaciones sanitarias y recomendaciones para los negociadores sindicales, que incluyen medidas urgentes que deberían adoptar los empleadores y los Gobiernos.
Para más información sobre la campaña de la ITF por el acceso seguro a instalaciones sanitarias dignas y sobre nuestra Carta por el derecho de los trabajadores y las trabajadoras del transporte al saneamiento, se ruega escribir a sanitation@itf.org.uk.