Las trabajadoras y los trabajadores del aeropuerto de Bangkok se manifiestan hoy en contra de los constantes abusos laborales que están sufriendo y por los que se han visto privados de derechos fundamentales, entre ellos el uso de los aseos. Esta situación ha provocado dimisiones forzadas y despidos arbitrarios, así como la rescisión del contrato de la mayoría de los integrantes del comité sindical.
La estrategia adoptada en el aeropuerto de Bangkok, operado por Airports of Thailand Public Company Limited (AOT), apunta a un plan deliberado para recortar costos, evitar indemnizaciones por terminación de contrato y eludir el reconocimiento de la antigüedad de servicio al tiempo que se retiene a personal con años de experiencia.
Estas tácticas se hacen eco de una tendencia cada vez mayor en el mundo: el aprovechamiento de la pandemia por parte de las empresas para ampliar sus márgenes de beneficios a costa de sus plantillas. La ITF se solidariza con la lucha del Sindicato de Trabajadores de Wingspan (Wingspan Workers’ Union, WWU) y el Sindicato de Trabajadores Aeroportuarios de Tailandia (Airport Workers’ Union of Thailand, AWUT).
El personal de seguridad y rayos X del aeropuerto de Bangkok que trabajaba para ASM Security Management Company Limited (ASM) declara haber recibido coacciones para renunciar y firmar nuevos contratos con AOT Aviation Security Company Limited (AVSEC) en abril de 2020. Estos contratos recogen condiciones mucho peores por el mismo trabajo.
Otros trabajadores han sido objeto de despido por no tener presuntamente las competencias adecuadas para puestos de trabajo que llevan ocupando años. “Desde la dirección me dijeron que podía seguir trabajando gracias a mis 15 años de experiencia laboral en seguridad aeroportuaria, pero luego me despidieron esgrimiendo que no había acabado la enseñanza primaria”, señaló Praew, que trabajaba en seguridad del tráfico aéreo.
Resulta escandaloso que los trabajadores y las trabajadoras de seguridad de AVSEC se vean también obligados a trabajar turnos de ocho horas sin poder ir al servicio o hacer pausas para comer. Esta norma ha llegado a provocar que se orinen o manchen en el trabajo, y que varias mujeres hayan desarrollado infecciones urinarias.
“¿En qué lugar de trabajo está bien visto obligar a la plantilla a trabajar en unas condiciones tan humillantes y degradantes? Ir al baño es una necesidad humana básica, no un lujo, y AVSEC tiene el deber de facilitar al personal acceso a los aseos siempre que se necesite”, declara Stephen Cotton, secretario general de la ITF. “Los empleadores tienen dos opciones a la hora de responder a esta crisis: pueden mantener conversaciones fructíferas con los sindicatos para encontrar soluciones sostenibles o pueden sembrar una crisis laboral futura”.
Otros trabajadores han sido objeto de una rescisión injusta del contrato, se han visto obligados a aceptar reducciones en la prestación de días libres por debajo de la cantidad mínima permitida por la legislación laboral de Tailandia o se han visto forzados a tomar días libres sin remuneración.
Entretanto, Wingspan Services Company, que también presta servicios en el aeropuerto de Bangkok, ha rescindido el contrato a la mayoría de las trabajadoras y los trabajadores de los comités del WWU y el AWUT. Las rescisiones se produjeron a pesar de haber otros empleos disponibles, lo que indica que estas acciones están dirigidas específicamente al personal sindicado.
AOT debe garantizar que no se vulneren las normas internacionales del trabajo en los aeropuertos que posee y opera.