Estas muertes confirmadas corresponden a empleados de centros de XPO ubicados en Francia, Italia, Gran Bretaña y Países Bajos. Aunque aún no se ha confirmado si estas seis personas contrajeron el virus en su lugar de trabajo, todos los trabajadores y trabajadoras esenciales se enfrentan a mayores riesgos para su vida y su salud durante la actual pandemia. Los empleadores de trabajadores esenciales tienen un mayor deber de cuidado en estos momentos.
En este contexto, trabajadores y responsables sindicales presentaron ayer a los inversores de la compañía pruebas que demuestran la desprotección en la que XPO está dejando a su fuerza de trabajo durante la pandemia de COVID-19. Trabajadores y responsables sindicales instaron a los inversores a votar a favor de las tan necesarias reformas en la gobernanza de la compañía en la próxima asamblea general anual. Paralelamente, los sindicatos reivindican el establecimiento de un Foro Global de Salud y Seguridad Laboral, para evitar más muertes.
Preocupaciones planteadas en múltiples países
El 19 de marzo, una semana después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia, se confirmó el primer caso de COVID-19 en XPO Francia. Los empleados abandonaron sus puestos de trabajo ese mismo día, de 07:00 a 12:00 hora local, como medida de presión a XPO, para que implementara el distanciamiento físico y proporcionara los equipos de protección individual (EPI) necesarios.
David Mondesir, un empleado francés de XPO afirmó: “Tuve que salir yo mismo a comprar mis propios guantes y toallitas desinfectantes. De las mascarillas tuve que olvidarme, porque no había ninguna. Fuimos y compramos equipos de protección extra donde pudimos y los distribuimos a nuestros compañeros”.
XPO acabó aceptando las demandas de seguridad de sus empleados e implementando nuevas medidas pero, lamentablemente, estas llegaron demasiado tarde para algunos. “La compañera con la que llevaba trabajando desde hacía 17 años, ahora está muerta. Tenía dos hijos, que ahora han perdido su madre. Esta muerte nos afectó mucho y seguimos preocupados”.
En los Estados Unidos, la clasificación laboral errónea ha dejado aún más desprotegidos durante la pandemia a los trabajadores y trabajadoras subcontratados. José Rodríguez, un empleado americano de XPO, que carece de derechos fundamentales, como una licencia por enfermedad retribuida o un seguro médico, afirma que no tiene más opción que seguir yendo a trabajar, para poder “poner comida sobre la mesa y pagar las facturas médicas”.
En Gran Bretaña, Mick Rix, responsable del sindicato GMB, describe la falta de protección de uno de los centros de XPO al que accedió como “un caos alarmante”. Un trabajador afirma que a su solicitud de EPI, un superior le contestó “¿por qué no sales y compras el tuyo?”. GMB ha exigido el cierre de un centro que está pendiente de una limpieza profunda por parte de la empresa.
Trabajadores y trabajadoras de otros países han planteado serias preocupaciones acerca de la respuesta de XPO al COVID-19. En España, los sindicatos denuncian la falta de distanciamiento físico en los almacenes. Un trabajador español de XPO explicó a los inversores que “hay muchas situaciones en las que puede haber contagios. Los trabajadores y trabajadoras tienen la sensación de que la empresa no se preocupa por ellos y están muy nerviosos”.
En Suiza, XPO despidió a 40 trabajadores del almacén y se negó a negociar un “plan social” de despido con el sindicato, como exige la legislación nacional, a pesar de que la empresa emitió recientemente 850 millones de dólares de deuda corporativa para mantenerse a flote durante la crisis.
Se necesita una respuesta internacional
La red mundial de sindicatos XPO ha escrito a la compañía antes de su asamblea general anual con un conjunto de reivindicaciones para mejorar significativamente su respuesta ante la pandemia. Lo primordial es que XPO establezca un Foro Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, en el que participen representantes de los trabajadores de cada país en el que opera la compañía para establecer protecciones sólidas internacionalmente.
El secretario de las Secciones de Transporte Interior de la ITF, Noel Coard, reclama que XPO mejore las medidas de protección de su personal: “Es extremadamente triste saber que han muerto trabajadores. Como todo empleador, XPO tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de su personal en el trabajo. En estos tiempos sin precedentes, la seguridad de los trabajadores y las trabajadoras debe ser primordial”.
“Para evitar más muertes, es fundamental que XPO escuche las recomendaciones de los sindicatos para la implementación de medidas de protección. Además, es importante adoptar las mismas mejores prácticas en respuesta al COVID-19 en todas las operaciones de XPO en todos los países. El único modo de hacerlo es estableciendo un Foro Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, por lo que esperamos que la compañía nos escuche y atienda a esta solicitud. Literalmente podría salvar vidas”.
Jodi Evans, responsable de las Mujeres Trabajadoras del Transporte y de Igualdad de Género en la ITF, añade: “Dado que la logística es un sector dominado por los hombres, las medidas adicionales necesarias para mantener la seguridad laboral deben incorporar las necesidades específicas de las trabajadoras. Esto incluye la representación de las mujeres en las instancias decisorias, de implementación y supervisión”. Todas las medidas deben aplicarse independientemente de la situación contractual de cada trabajador y deben tener en cuenta las diferencias de género.
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