La cumbre mundial sobre el cambio climático, COP27, se ha clausurado hoy con un acuerdo decisivo para atender una reivindicación que el Sur Global lleva décadas haciendo: crear un fondo que cubra las pérdidas y los daños relacionados con el cambio climático.
La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), que hizo la declaración de clausura de los sindicatos, recibió con satisfacción esta medida, así como el reconocimiento de la necesidad de la protección social y el diálogo social. Sin embargo, denunció la marcha atrás generalizada en los compromisos con los trabajadores y las trabajadoras en el proceso de elaboración de políticas climáticas.
Un nuevo fondo para pérdidas y daños
La COP27 ha llegado a un acuerdo decisivo para proporcionar financiación por pérdidas y daños, y ha reconocido finalmente una reivindicación que los países del Sur Global llevan haciendo desde hace mucho tiempo. Lo más importante es que se va a crear un fondo específico que conllevará nuevos compromisos de financiación en lugar de la reasignación de las promesas existentes.
“La financiación por pérdidas y daños es una cuestión fundamental para lograr la justicia social en el mundo, y es un asunto que atañe a los trabajadores y las trabajadoras. Se trata de un primer paso importante”, señaló el secretario general de la ITF, Stephen Cotton. “El mundo en desarrollo está pagando un precio terrible por una crisis climática provocada por los países ricos. Y el personal del transporte está en primera línea, perdiendo la vida y el sustento, y en peores condiciones de trabajo”.
Durante las últimas dos semanas, Pakistán ha encabezado las presiones ejercidas durante las negociaciones para ir más allá de las conversaciones y acordar la creación de un servicio de financiación. Las inundaciones devastadoras que se produjeron en Pakistán han sido un duro recordatorio de la necesidad apremiante de tomar medidas con respecto a las pérdidas y los daños. Más de 1700 personas perdieron la vida y 9 millones de personas podrían quedar sumidas en la pobreza. Las catastróficas inundaciones provocaron daños y pérdidas económicas para el país por valor de más de 30 000 millones de dólares, incluidos daños en el 40 % de su red ferroviaria.
El acuerdo no contiene ningún detalle sobre la cantidad con la que se va a contribuir o la manera en que se van a asignar los fondos. Los próximos 12 meses serán críticos para cumplir la promesa inicial.
Resultados mixtos para el personal del transporte
La COP27 produjo resultados mixtos para las trabajadoras y los trabajadores. Es importante que se hayan reconocido por primera vez el diálogo social y la protección social. No obstante, este progreso se ha visto mermado por la disolución de los compromisos asumidos con los trabajadores y las trabajadoras y por la exclusión cada vez mayor de la fuerza laboral.
Una y otra vez, las decisiones finales omitían las referencias a las normas laborales y los derechos de las trabajadoras y los trabajadores, en las que se incluían decisiones fundamentales en materia de mitigación, adaptación, financiación contra el cambio climático, pérdidas y daños, y mercados de carbono.
“En las negociaciones sobre el objetivo de financiación contra el cambio climático —el nuevo objetivo colectivo cuantificado— se ha expuesto la marginación de los derechos laborales”, afirmó Cotton. “El nuevo objetivo, cuya entrada en vigor está prevista para 2025, establecerá el grado y la forma de la financiación contra el cambio climático que configurará el futuro de la acción climática. Es fundamental que en este proceso se incorpore una transición justa para la fuerza laboral, en consonancia con el Acuerdo de París, de modo que se atiendan por completo las necesidades del personal en particular y del Sur Global en general”.
John Mark Mwanika, presidente del Comité de Transporte Urbano de la ITF y copresidente del Grupo de Trabajo sobre Transporte Sostenible de la ITF, declaró: “Nos preocupa sumamente que la transición justa se haya eliminado del texto final sobre el nuevo objetivo de financiación. Los errores del pasado deberían servirnos para aprender. La identificación de las necesidades reales de financiación y de mecanismos eficaces solamente será posible si la fuerza laboral y los sindicatos tienen un papel estructural”.