El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo (también conocido como el Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos) se celebra en todo el mundo cada 28 de abril y sirve para recordar a los trabajadores y trabajadoras que han fallecido o han sufrido una discapacidad, lesión o enfermedad como consecuencia de su trabajo y para movilizarnos.
Con el reciente aumento en el número de repartidores y repartidoras que trabajan para empresas basadas en aplicaciones, algunos empleadores están presionando a su personal para que no haga descansos y trabaje en condiciones meteorológicas peligrosas. Un repartidor, cuya identidad aún se desconoce, murió la semana pasada en España. Este es solo un ejemplo del riesgo al que se expone a los trabajadores y trabajadoras con las decisiones automatizadas.
El secretario general de la ITF, Stephen Cotton, ha declarado: “El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo no debería seguir existiendo en 2024. Los trabajadores y trabajadoras deberían poder desempeñarse en condiciones exentas de riesgos que no pongan en peligro su salud, su seguridad o su vida. Aunque exista una legislación o regulación al respecto, lo que no ocurre en muchos países, a menudo no se aplica”.
“El transporte puede ser un sector peligroso, pero sus trabajadores y trabajadoras son expertos. Saben qué deben hacer, qué ropa y equipo deben usar, qué formación requieren y cuánto tiempo deben dedicar para desarrollar su trabajo con seguridad”.
“Con demasiada frecuencia, lo que provoca las muertes y las lesiones es el empeño de los empleadores por ahorrar todo lo posible a costa de los trabajadores con el objetivo de seguir aumentando los beneficios. Los sindicatos resultan esenciales para garantizar que se escucha y se tiene en cuenta a los trabajadores y trabajadoras”.
“Son los sindicatos los que van a garantizar con su lucha que la codicia empresarial no provoque una involución de los derechos y las protecciones que con tanto esfuerzo hemos conquistado. La afiliación sindical es crucial para defender la salud y la seguridad en el trabajo, pero también lo es la solidaridad internacional para dotar a cada miembro sindical de la ayuda necesaria para que se materialice”.
“Espero ansiosamente el momento en que este día pueda pasar a la historia pero, hasta entonces, la ITF se seguirá solidarizando para recordar a los fallecidos y defender a los vivos en todo el mundo”.
El presidente de la ITF, Paddy Crumlin, ha señalado: “Rendimos homenaje a aquellos hombres y mujeres que perdieron la vida en el trabajo, bien por los delitos o negligencias de sus empleadores, bien como consecuencia de la guerra o por razones de origen étnico, edad, género o religión”.
“Con este homenaje el Día de la Seguridad y la Salud, propiciamos una rendición de cuentas activa en el contexto laboral, pero también el reconocimiento de aquellas familias trabajadoras que han perdido a su sostén económico y, así, la oportunidad de aspirar una vida mejor y más digna. Todos estos elementos intervienen en la celebración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo para que, con nuestro recuerdo, evitemos que esto vuelva a ocurrir.
Este año tenemos especialmente presente al personal del transporte que está trabajando en guerras como la de Ucrania, Palestina o Yemen. No son guerras que estos trabajadores y trabajadoras hayan provocado y, aun así, acaban pagando por ellas, a menudo con sus propias vidas. La paz es una cuestión sindical. La paz tiene que ver con los derechos y el desarrollo humanos. Tiene que ver con la rendición de cuentas y la dignidad humanas”.
“Nuestro mensaje es sencillo: si matas a un trabajador o trabajadora, acabarás en la cárcel”.