La resolución, redactada por una comisión tripartita nombrada por la OIT, es la respuesta a la denuncia realizada por la ITF y la Confederación Sindical Internacional (CSI) en febrero de 2016 de que el gobierno tailandés no implementó ni aplicó el marco legal para proteger a pescadores tailandeses y migrantes, lo que supuso un incumplimiento del convenio 29 de la OIT sobre trabajo forzoso.
En las siguientes conclusiones y recomendaciones, que la ITF recibe con especial entusiasmo ya que conciernen a problemas específicos, la OIT:
- Insta al gobierno tailandés a trabajar con los gobiernos de los países natales de los trabajadores migrantes para regular el uso de intermediarios en la contratación.
- ‘Confía’ en que el gobierno garantice urgentemente que los oficiales que sean cómplices del tráfico de seres humanos sean procesados y reciban sanciones efectivas.
- Solicita al gobierno que tome medidas para garantizar que la confiscación generalizada de documentos de identidad por parte de los empleadores se prohíba por ley, y que dichos abusos sean investigados y los responsables castigados.
- Pide al gobierno que refuerce la capacidad de los inspectores de trabajo, les proporcione más formación para detectar el trabajo forzado, realice inspecciones aleatorias y contrate más inspectores que hablen los idiomas de los migrantes.
- ‘Lamenta constatar’ que la definición del trabajo forzado presente en la Ley Anti-tráfico de seres humanos no es tan amplia como en el convenio relativo al trabajo exigido bajo la amenaza de una pena cualquiera, y que es improbable que incluya la pérdida de derechos o privilegios o el uso de penas económicas.
Johnny Hansen, presidente de la sección de pesca de la ITF, comentó: “Nos complace que estas serias recomendaciones al gobierno tailandés para que emprenda acciones incluyan varios de los problemas que nosotros planteamos.
“Este enfoque sobre el marco legal nacional y su aplicación es clave para lograr un verdadero cambio para los incontables pescadores migrantes atrapados en el trabajo forzado, el tráfico de seres humanos, unas condiciones laborales deplorables y el abuso físico.
“Reconocemos el progreso realizado por el gobierno tailandés, pero esta resolución demuestra que aún queda mucho camino por recorrer. Instamos al gobierno a trabajar con los interlocutores sociales para lograr el cambio significativo que necesitan los pescadores. También confiamos en que Tailandia ratificará y aplicará el Protocolo sobre Trabajo Forzoso y el Convenio Pesquero 188 en cuanto le sea posible.”
Lea más sobre la queja de los sindicatos mundiales a la OIT.
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