El 10 de agosto, Madadi perdió el recurso presentado y fue sentenciado a cinco años y tres meses de cárcel, acusado de "reunirse y confabular con la intención de actuar contra la seguridad nacional" y de "interrumpir el orden y la paz públicas participando en reuniones ilegales". En febrero, Razavi recibió una sentencia similar.
Esta sentencia es la última de las numerosas medidas represivas adoptadas por el gobierno iraní contra dirigentes del sindicato Vahed.
- Abril 2015: arresto de Davood Razavi y Ebrahim Madadi. La ITF y la CSI escriben al líder iraní, Ayatollah Ali Khamenei, pidiéndole su intervención en el caso. Una petición a través de LabourStart logra casi 7000 apoyos.
- Mayo 2015: Razavi y Madadi salen en libertad bajo fianza.
- Febrero 2016: sentencia a cinco años de cárcel a Razavi. El secretario general de la ITF, Stephen Cotton, escribe al presidente para protestar por la continua represión.
En una carta a Hassan Rouhani, presidente de Irán, el secretario general de la ITF, Stephen Cotton, afirma: "Reitero la firme objeción de la ITF a estas tácticas opresivas que ponen gravemente en peligro las actividades sindicales legítimas."
"La normativa internacional requiere, con carácter urgente, que se concedan a Davood Razavi y Ebrahim Madadi todas sus libertades civiles, a saber: la retirada de las acusaciones en su contra, su puesta en libertad y que se pongan en pie las condiciones que les permitan llevar a cabo sus actividades sindicales, tal y como prevén las normas de la OIT."
Irán es miembro de la Organización Internacional del Trabajo y tiene la obligación de respetar los derechos fundamentales de los sindicalistas.
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