Gracias a los esfuerzos coordinados de la Unión de Trabajadores del Transporte (UTT), del inspector de la ITF en Chile Juan Villalón Jones y de la oficina regional de la ITF para América Latina y el Caribe, las autoridades de Uruguay autorizaron la creación de un corredor humanitario para el desembarco de la tripulación del crucero Greg Mortimer (IMO 9834648) de bandera de Bahamas, que estuvo dos meses en alta mar con parte de su tripulación contagiada por COVID-19.
El navío Greg Mortimer salió el 15 de marzo del puerto de Ushuaia, Argentina, cuatro días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretara el COVID-19 como pandemia. Una semana más tarde se presentaron los primeros síntomas entre los pasajeros, sin embargo no pudieron desembarcar en Argentina y Chile porque las fronteras y puertos habían sido cerrados por los Gobiernos. Con autorización del Gobierno de Uruguay, el navío llegó el 27 de marzo al Puerto de Montevideo y se creó una operación para desembarcar a los pasajeros y repatriarlos, sin embargo, la tripulación fue obligada a permanecer a pesar del contagio del virus en el navío.
De los 83 miembros de la tripulación que estaban abordo, 39 tripulantes fueron confirmados con COVID-19. Trágicamente uno de ellos, de nacionalidad filipina, murió.
El 20 de abril, después de tener conocimiento sobre la gran cantidad de tripulantes infectados y que estaban confinados en camarotes sin las apropiadas condiciones sanitarias, el Secretario General de la UTT, Francisco del Gaudio, entró en contacto con la tripulación para ofrecer la ayuda del sindicato y de la ITF.
Según los relatos de los tripulantes a la UTT, el Internet fue interrumpido para evitar que se enviara información sobre la gravedad de la situación, incluyendo la confirmación del contagio de dos tripulantes que eran encargados de repartir la comida, así como los intentos de suicidios de algunos tripulantes por la ansiedad e incertidumbre. Las reiteradas solicitudes de información a la compañía por parte del afiliado de la ITF en Italia que tiene un contrato laboral y por parte de la ITF nunca fueron respondidas.
En respuesta a la presión de la UTT, finalmente el Gobierno de Uruguay anunció el pasado viernes 8 de mayo que se permitirá el desembarque de los 83 miembros de la tripulación, los cuales estarán en cuarentena y con los cuidados médicos correspondientes para que posteriormente puedan ser repatriados.
Adán Suárez, Vicepresidente de la UTT, señaló que fue gratificante ver la alegría de la tripulación cuando se les notificó que iban a ser desembarcados.
Francisco del Gaudio, Secretario General de la UTT, comentó: "Han sido semanas muy difíciles para los tripulantes del Greg Mortimer, sin embargo este gran logro tiene que servir de ejemplo para seguir luchando unidos por la gente de mar y por todos(as) los(as) trabajadores(as) del transporte que se encuentran en una situación de riesgo ante el COVID-19".
Edgar Díaz, Secretario Regional en funciones de la ITF, resaltó el esfuerzo incansable y la gran solidaridad que demostró la UTT con el apoyo de la ITF a la tripulación del Greg Mortimer, y reafirmó el principio de la ITF en prestar asistencia general a los trabajadores y las trabajadoras del transporte que se encuentran en dificultades, lo que es especialmente importante en estos momentos en donde el papel de los(as) trabajadores(as) del transporte es crítico en la lucha y recuperación del COVID-19
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