Para: Ministros/as de Transporte y Medioambiente
No lograremos hacer frente al cambio climático sin una transformación radical en el modo en que nos desplazamos y transportamos mercancías, sin un cambio en los patrones de movilidad en el mundo.
Ningún Gobierno puede afirmar de forma creíble que está luchando contra el cambio climático sin contar con un plan ambicioso para descarbonizar el transporte, ya sea el transporte público, marítimo, por carretera o aéreo.
Por eso los instamos a aumentar la contribución determinada a nivel nacional (NDC) de nuestro país a los objetivos climáticos del Acuerdo de París.
El mensaje del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es claro. Necesitamos lograr el objetivo de cero emisiones de aquí a 2050 y una reducción de al menos el 45 % para 2030. Nuestra NDC debe incluir unos objetivos de emisiones para el transporte específicos y ambiciosos, entre los que cabe destacar:
- una reducción de las emisiones del transporte internacional aéreo y marítimo en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París;
- apoyo al transporte mediante un plan de transición energética, algo fundamental para proporcionar los ecocombustibles y las energías renovables de los que depende un sector del transporte con cero emisiones de carbono;
- un cambio modal decisivo desde los desplazamientos con vehículo privado hacia el uso del transporte colectivo de propiedad pública (ya que el transporte es un bien público);
- el compromiso de financiar inversiones en infraestructuras y servicios de transporte con cero emisiones de carbono que garanticen una rápida descarbonización y un control democrático;
- compromisos de financiación de sistemas de transporte con cero emisiones de carbono en el Sur Global.
Nuestra NDC debe reconocer nuestras obligaciones para con una transición justa en el marco del Acuerdo de París. La política climática debe ser una política de empleo. Debe darse prioridad al mantenimiento y la creación de empleos sindicalizados de calidad que garanticen la protección y el reciclaje profesional de los trabajadores y las trabajadoras de los sectores afectados y en los que se refuercen las condiciones de todo el personal del transporte, en particular las mujeres y los jóvenes.
Estos objetivos no podrán alcanzarse sin la participación de las personas que mantienen en marcha nuestro sector, es decir, los propios trabajadores y trabajadoras del transporte. Las voces de los trabajadores y las trabajadoras deben estar en el centro de los procesos decisorios acerca de nuestros objetivos climáticos y la transformación de nuestras industrias.
Tenemos la oportunidad no solo de afrontar eficazmente el cambio climático, sino también de crear un mundo mejor y más justo para todos y para todas. Los instamos a aprovecharla.